jueves, 23 de julio de 2020

Artículos para animarnos en nuestro caminar


A R T Í C U L O S   D E   J U N I O,  Pedro  Pierre.

1.      No nos equivoquemos de camino… El camino son las Organizaciones populares; luego viene el partido.
2.      Cambio y Conversión van de la mano… porque el cambio es el resultado de la conversión.
3.      ‘¡Déjenme respirar!’… es un grito universal contra el neoliberalismo.
4.      ¿Será negro Dios?... ‘¡Negra, amarilla, roja y blanca es la piel de Dios!’ dice la canción…
5.      No a la esclavitud moderna… en particular con el trabajo dominical.

¡Buena lectura! Abrazo fraterno.
Pedro Pierre.

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1.  NO  NOS  EQUIVOQUEMOS  DE  OBJETIVO,  Pedro  Pierre.
En ese momento el hombre malo es el presidente Moreno. Es cierto, pero ¿y si él fuera solamente una sombra? Aquí en Ecuador el problema mayor no es el presidente sino el sistema neoliberal que lo manipula, claro él acepta esa situación. Pero él no es más que la sombra del neoliberalismo. De tal manera que culpamos y queremos desaparecer una sombra. Es lo mismo cuando, en vez de mirar lo que nos muestra un dedo, mantenemos fija la mirada en el dedo y no en lo que nos quiere mostrar: estamos equivocados.
Fijándonos en Moreno, dejamos bien tranquilo al sistema que nos causa los males que nos destruyen. Así que: A apuntar al objetivo que nos está matando, un sistema, el sistema neoliberal. Ese es el desafío del momento. Y los mismos que están conduciendo el sistema nos están manipulando a nosotros para que peleemos sólo con la sombra. Mientras tanto ellos logran poco a poco lo que quieren: más poder, más dinero, más fama a costa de engaño, de nuestro despojo, de nuestra miseria y de nuestra muerte.
Muchos nombres, sobrenombres e insultos salen en las redes sociales salen sobre el presidente, pero pueden ser una equivocación de objetivo. Moreno, su familia y allegados se llevan mucha plata: se nos da nombres de bancos, números de cuentos, países de paraísos fiscales, hasta la cantidad de dinero de las cuentas: son datos muy reales. Pero otros se llevan mucho más. Moreno y sus compinches se quedan solamente con las migajas.
La deuda externo no es de Moreno y su monto es de unos 60’000 millones de dólares: es del Fondo Monetario Internacional y de sus socios… ¡y unos son ecuatorianos! Las multinacionales del petróleo, de la madera, de las rosas, de las drogas, del comercio, de las mimas, de los medicamentos, de los medios de comunicación… no las controlan ecuatorianos sino unos pocos magnates, como Bill Gates y unas decenas más: ellos son el ‘nuevo orden mundial’ que está en marcha. Estos magnates necesitan de cómplices ecuatorianos que les permitan desarrollar en paz sus negocios multimillonarios: los ecuatorianos son sólo intermediarios, tramitadores, traidores, vende patria… Por supuesto, de ellos también hay que deshacerse, porque se están preparando para ocupar el sillón presidencia y sus sillas adjuntas… Si nos limitamos a ganar estas batallas de segunda categoría, habremos perdido la guerra, porque la guerra es contra el sistema neoliberal.
Estemos atentos. El sistema neoliberal tiene mucha fuerza, la fuerza de la maldad que llamamos Satanás, el misterio de la iniquidad que habita nuestro mundo y que a veces nos habita también a nosotros. Nuestra lucha entonces no es sólo contra estructuras, sino también contra esta fuerza espiritual de la maldad diabólica. Debemos apoyarnos en las fuerzas espirituales que llamamos humanismo, fe y espiritualidad.
Nuestra lucha tiene a lo menos 3 campos de batalla. Primero: él de las estructuras neoliberales que nos encadenan desde años. Segundo: él de las personas que diseñan, dirigen y aplican estas estructuras -en caso ecuatoriano actualmente el gobierno de Moreno en manos de los empresarios, banqueros y otros traficantes. Tercero, el campo de la maldad diabólica que habita las estructuras y las personas que las mantienen vivas y mortales para nosotros. Por eso desde su reunión en Medellín, Colombia en 1968, hace más de 50 años, los grandes obispos latinoamericanos hablaron de ‘pecado social, estructuras de pecado, sistema diabólico’, expresiones que retoma con mucha fuerza el papa Francisco, como ningún otro anterior a él. En su carta a los Efesios san Pablo nos lo confirmó: “No nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas”.
¡Que no nos falte esperanza! El libro del Apocalipsis nos describe la gran batalla del Dragón contra la Mujer, aquel representando a las fuerzas diabólicas del mal y aquella la Humanidad que somos nosotros. Felizmente esta batalla apocalíptica termina por la victoria del Humanidad. ¿Estamos o no conscientes de esta batalla actual? ¿Somos los actores de esta batalla? O, por nuestra indiferencia o cobardía, nos hacemos cómplices de este sistema neoliberal que nos destruye sin piedad. Si no ‘batallamos’, el resultado será nuestra propia destrucción. Esto no hace entender la expresión de Jesús: “No he venido a traer la paz, sino la guerra y la división”. La paz será el fruto de esta lucha con el mal y los que lo ejecutan. Otra palabra de Jesús nos da esperanza: “¡Ánimo: he vencido el mundo (de la maldad)!”… pero nos queda ‘batallar’ contra el neoliberalismo para derrotarlo, entre todos. Ese es el momento oportuno para evitar peores desgracias.

2.   CAMBIO Y CONVERSIÓN VAN DE LA MANO, Pedro Pierre.
Por todas partes voces se levantan para decirnos que “Después de esta pandemia del coronavirus no podemos vivir como antes”, porque es nuestra manera de vivir individual y colectivamente que la ha provocado o, a lo menos, que ha permitido que se diera y se multiplicara esta pandemia. Nos confirman que ya en 2,003 unos científicos avisaban que podía darse unas enfermedades catastróficas parecidas a la llamada “gripe española” de hace un siglo (1918), localizada primero en Estados Unidos, que duró 2 años y causó al nivel mundial más de 50 millones de muertos. En 2,015, el presidente norteamericano Barack Obama invitaba al ministerio de salud a investigar sobre posibles gripes que se podrían transformar en pandemia… Unas malas lenguas afirman que las grandes transnacionales farmacéuticas presionaran a los gobiernos para no hacer nada al respecto.
Recientemente el director de la OMS (Organización Mundial de la Salud) afirmó que la actual pandemia, que se ha extendido por todos los continentes, está en crecimiento en particular en América Latina y África. Las discusiones actuales giran, por una parte, en torno a una vacuna que detendría dicha gripe, pero con muchos interrogantes críticos. Por otra parte está también la duración de dicha pandemia con los posibles rebrotes, tal como pasó con la gripe española que hubiera sido detectada en… 1914, o sea 4 años antes.
Frente a la situación de la pandemia actual, nos sentimos desprotegidos y muy vulnerables. Somos ‘vulnerables’, porque no sabemos cómo protegernos de dicha gripe y porque, si nos infecta, no tenemos a la mano medicamentos que la combaten eficazmente. Somos ‘desprotegidos’ porque nuestros gobiernos no se han preparado para enfrentar esta pandemia ‘anunciada’. Por otro lado, la privatización de los servicios de salud y el gran descuido para protegernos aumentan su propagación y sus consecuencias mortales: Ecuador es un caso ejemplar en este sentido. La actual organización neoliberal de la mayoría de nuestros países ha facilitado su propagación y sus consecuencias mortales: Estamos en un sistema que privilegia la acumulación de dinero en unas pocas manos y no la protección y el crecimiento sano de los ciudadanos. Una primera conclusión es: Si seguimos con este sistema neoliberal, estaremos preparando una nueva pandemia mucho más mortal que la actual. “¡Guerra avisada no mata!”
Digamos igualmente que, frente al coronavirus, somos ‘vulnerables y desprotegidos’, porque tenemos individualmente un modo de vivir que nos enferma y no nos prepara a enfrentar ni superar tal pandemia. Nos hemos acostumbrado a tener una manera de alimentarnos que debilita y destruye nuestra buena salud. También está la manera desenfrenada de vivir consumiendo todo lo que nos viene en gana sin ninguna reflexión ni límite: Obedecemos ciegamente las propagandas de los medios de comunicación que buscan que compremos desmesuradamente para los beneficios de las grandes multinacionales del consumo.
Por otra parte no queremos darnos cuenta que esta manera de vivir, comer y consumir provoca la destrucción acelerada del medio ambiente que es nuestro hogar común. Por todas partes se nos dice de parar estas maneras de vivir y actuar porque vamos al suicidio colectivo y a la desaparición de la vida en nuestro planeta… Pero bien poco caso hacemos de estas advertencias. Segunda conclusión: O cambiamos de manera de vivir o aceleramos nuestra propia desaparición… que, en caso de seguir como estamos, va a llegar en los próximos 30 años… ¡Paremos de hacer hijos si es para enviarles a la muerte segura y temprana!
“¡Y ahora!”… No nos queda más que una alternativa: Cambio de sistema social y conversión personal. Cada uno de nosotros y nosotras somos los autores o los cómplices del sistema social mortífero en el que nos encontramos. Hemos elegido a sus organizadores o los dejamos actuar como actúan. Tal vez nos sentimos impotentes frente a un sistema neoliberal mundializado, muy bien organizado, protegido y defendido hasta con las armas. Este sistema se vale de nuestra pasividad, indiferencia y complicidad. El cambio social vendrá de nuestra conversión personal: Al cambiar cada uno ya estamos cambiado la manera colectiva de vivir. La educación, la religión, nuestros gobernantes, los banqueros y los empresarios, los medios de comunicación comerciales, las grandes instituciones internacionales… nos dan pensando y actuando porque no quieren que ni cambiemos individualmente ni sobre todo que cambiemos el sistema neoliberal que para ellos hace del mundo un pequeño paraíso. Nos esperemos de ellos que las cosas mejoren para nosotros. Quieren que todo siga igual y mejor para ellos, sabiendo ellos y ahora nosotros que será y es peor para nosotros: desempleo masivo, pobreza creciente, migración forzada, represión mortal. Si no cambiamos, eso es lo que se nos viene encima y que ya palpamos.
‘Convertirnos’, todos lo podemos hacer si nos lo proponemos y si decidimos organizarnos. Depende de nosotros emprender el camino que queremos. Dios nos avisó en la Biblia, libro del Deuteronomio: “Pongo delante de ti la vida y la muerte… ¡Elige el camino de la vida y vivirás!” Lastimosamente, necios, ciegos, descuidados y degenerados, elegimos muchas veces el camino de la muerte y pasa lo que está pasando: pandemia y más pandemias. Conversión personal y cambio social van de la mano, de nuestras manos. Ya lo decía el sabio indú Mahatma Gandhi: “¡Sé el cambio que quieres ver en el mundo!”… porque estamos en ‘alerta roja’.

3.   “¡DÉJENME RESPIRAR!”, Pedro Pierre.
Es el grito que escuchamos por todas partes de nuestro planeta, porque la humanidad y la naturaleza se asfixian por el maldito neoliberalismo.
“¡No puedo respira! ¡Por favor, por favor: No puedo respirar!” Fue el último grito de un negro norteamericano, George Floyd, asesinado por la presión de rodilla de un policía blanco sobre su cuello, frente a las miradas cómplices de otros 3 policías blancos. Era el pasado 25 de mayo. Sus últimas súplicas de más de ocho minutos lanzaron la alarma mundial. Fue la gota que hizo derramarse el vaso: protestas multitudinarias tuvieron lugar en más de 200 ciudades de EE.UU.
“¡Déjennos respirar!” siguen gritando unánime unos 50 millones de ‘pobres’ estadounidenses, la gran mayoría de ellos negros y latinos, en el “país modelo de libertad, paraíso de la democracia”, y de otras cuántas mentiras. Hemos visto los títulos en los medios de comunicación y las redes sociales: “¡EE.UU., capital del racismo!” Hemos escuchado a su presidente enfurecido contra los manifestantes y sus guerras interminables en tantos países del mundo, alzando la Biblia o posando para una foto delante de la estatua del fallecido papa Juan Pablo 2°: “¡Sicópata diabólico! ¡Un peligro por la humanidad y el cristianismo!” y otros cuántos calificativos del mismo tono. Este escándalo mayor desencadenó protestas de solidaridad y rebeldía en decenas de ciudades de todo el orbe.
“¡Déjenme respirar!” El pasado 6 de junio del presente año, en Guatemala, unos cristianos pentecostales quemaron vivo a Don Domingo Choc, guía espiritual y médico maya, integrante de un equipo de investigación científica sobre plantas medicinales, acusándolo de “brujo”. Y eso en pleno siglo 20. Recordemos el genocidio de los Indígenas cometido por militares, en Guatemala, en la década de los 80 del pasado siglo: “Los indios idólatras deben morir para salvar Guatemala para Cristo”. Era la consigna del presidente, el militar evangélico pentecostal Efraín Ríos Montt, dictador de Guatemala entre 1982 y 1983.
“¡Déjenme respirar!”. Es el grito de la naturaleza que logró que se cumpliera este respiro durante una cuarentena de 80 días gracias a la pandemia del coronavirus… a costa de 500.000 muertos en todos los continentes, porque no la dejamos respirar. Desde 200 años estamos asfixiando la naturaleza y la humanidad mediante la explotación laboral, la contaminación ambiental y la destrucción sistemática. No hemos sabido interpretar sus gritos de alerta y agonía en las sucesivas gripes de estos últimos 20 años: Gripe aviar, gripe porcina, gripe de la vaca loca, gripe H1N1…
“¡Déjenme respirar!” Es el grito de la mayoría de los ecuatorianos que lloran sus innumerables muertos -¿sabremos algún día el número exacto?-, que están agobiados por la pobreza, el desempleo, la desesperanza frente a un gobierno indolente y corrupto que permite el descarado saqueo del país. Es el grito de Jorge Glas, único legítimo vicepresidente del Ecuador, aprisionado por un gobierno traidor de las elecciones presidenciales y legislativas, y condenado por instituciones ilegítimas y venales. Fue el grito de miles de ecuatorianos que se sublevaron en octubre del año pasado: indígenas, jóvenes, mujeres, sindicatos, organizaciones sociales… ahogados por leyes mal llamadas ‘humanitarias’, que los condenan al hambre y a la migración.
“¡Déjenme respirar!” Es el grito de Julian Assange, programador australiano, periodista y activista de Internet, fundador del sitio web Wikileaks, que denunció los crímenes de guerra de EE.UU. En 2012 se le acordó el asilo político en la embajada ecuatoriana en Londres, Inglaterra, hasta que el presidente Moreno, en abril de 2,019, lo entregara a la policía inglesa para que sea juzgado por supuestas violaciones en Suecia. Es requerido por el gobierno de EE.UU. para ser juzgado por divulgar secretos de defensa.
“¡Déjenme respirar!” Es el grito universal del rechazo por estar sometidos a los grandes intereses económicos y políticos, a la corrupción de los mercados, al colonialismo, a la esclavitud impuesta por el capitalismo y sus políticas neoliberales. Es el grito que se oye desde Palestina hasta Chechenia, Hong Kong, Las Malvinas y África toda. También es el grito de los ‘chalecos amarillos’ de Francia y de las protestas juveniles por todo el planeta… Es el grito de rebeldía de Cuba por el bloqueo económico, de Venezuela asediada por el imperio yanqui, de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Nicaragua, Honduras… Y la lista no es completa.
“A pesar de lo señalado hay que encontrar la fuerza de la esperanza, en la solidaridad entre las personas y los pueblos, escribe Adolfo Pérez Esquivel. No bastan los lamentos, es necesaria la resistencia social, política y espiritual de los pueblos… la resistencia y solidaridad de pueblos en el mundo. Uno de los grandes ejemplos es la Brigada Médica Henry Reeve de Cuba que desde hace varias décadas está en los países más pobres y necesitados. Hoy la Brigada se encuentra enfrentando la Pandemia del Coronavirus en 21 países. El coraje del pueblo cubano es admirable y alentador para la humanidad; es una luz de esperanza.”
“¡Quítenle la rodilla! ¡Déjenlo respirar!”, decía Jesús a Lázaro. Perdón: “¡Quiten la piedra de su sepulcro: sólo está dormido!”, dijo Jesús para su amigo Lázaro muerto desde varios días. Hoy se repiten las palabras de Jesús: Los pobres y los pueblos están resucitando para la rebeldía, la solidaridad y la esperanza. Enganchémonos en este inmenso movimiento mundial para un futuro mejor que comienza hoy.

4.   ¿SERÁ NEGRO DIOS? Pedro Pierre
Las manifestaciones de los negros de Estados Unidos por el asesinado de uno de ellos en manos de la policía revela el verdadero rostro del país: todavía existen mucho racismo y mucha esclavitud en los Estados Unidos. Estas manifestaciones nacionales han levantado mucha solidaridad por todo el mundo. Estos acontecimientos son una buena oportunidad para analizar nuestro racismo en Ecuador con relación a los negros y los indígenas: globalmente es bastante enraizado.
Lastimosamente el hombre blanco ha pasado a ser la referencia en nuestras familias: el recién nacido es ‘bien blanquito: ¡qué precioso!’, las modelos tienen que ser blancas, en la TV ni hablar: los y las presentadoras todas tan blancas, ni preguntarnos cuánto tiempo positivo dedican en el día a los indígenas y los negros; y en las propagandas las cocineras y las lavanderas son necesariamente negras, y los que cargar inmensos sacos pesados tienen que ser indígenas. No hablemos de la educación escolar… que bien poco valora la cultura negra y la cosmovisión indígena. Igual pasa con las Iglesias: durante siglos los indígenas y los negros no podían ser sacerdotes… A pesar de que el blanco del Norte trajo la muerte, la violencia, la violación, el saqueo, la religión al servicio de la conquista y de la esclavitud… ¿Cómo no ser naturalmente racistas con todo esto?
¡Cuánta sorpresa y cuanto rechazo produce la información de los científicos que nos dicen que la raza humana, una y única, nació en África y nos afirman que todos somos ‘negros’ o descendiente de negros! Lo revela la sangre de todos los humanos de hoy. A Jesús lo presentamos pintado con piel blanca, con ojos azules y cabellos claros cuando ha sido de tez oscura, de ojos cafés y de cabellos negros… ¿Por qué somos tan poco honestos con la historia y la realidad de Jesús los que nos decimos cristianos? Bien poco caso hacemos del negro que ayudó a Jesús a cargar con la cruz, Simón de Cirene, o sea, del Túnez al norte de África. Otra curiosidad católica es la de los ángeles: ¿quién ha visto ángeles negros? Tal vez nos haya despertado el grupo musical chileno del mismo nombre, “Los Ángeles Negros”, que por los años ’70 cantaban: “Pintor nacido en mi tierra con el pincel extranjero,/ ¿por qué desprecias mi color?/ ¡Nunca te acordaste de pintar un ángel negro!/ ¡Píntame ángeles negros!”
Demos un paso más: Si la raza humana ha nacido en África y si, como dice el libro del Génesis, Dios nos ha “hecho a su imagen y semejanza”, ¿de qué color será la piel de Dios? Por suerte, una canción conocida nos orienta y nos saca un poco del susto: “Papá, ¿de qué color es la piel de Dios?/ Dije: Negra, amarilla, roja y blanca es./ Todos somos iguales a los ojos de Dios.”
¿Habremos escuchado hablar de la Teología negra de la Liberación y de su portavoz máximo James Cone? Y no viene de cualquier país perdido en África, sino de los mismos ¡Estados Unidos! James Cone scribió su Teología negra de la Liberación por el año 1970, hace 50 años, con el título provocativo de “La Negritud de Dios”… unos 2 años antes del libro famoso del sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez: “Teología de la Liberación”, que marca el comienzo de esta teología en América Latina y en la Iglesia católica.
Otras preguntas: ¿Habrán encontrado en algún libro o en internet la cantidad de negros que salieron de África para ser traídos como esclavos a las Américas y la otra cantidad de murió en las caserías durante más varios siglos? Supera los 30 millones de negros y otro tanto que murió en los viajes y las caserías africanas. El motivo por el que trajeron a los negros es porque se acababan los indígenas de este continente por la invasión arrasadora, las enfermedades venidas de Europa, los malos tratos en las minas de oro y plata y en las haciendas exportadoras… Nos da vergüenza y con razón este comercio inicuo de países, de gentes y de reyes muy católicos. El desarrollo de Europa se construyó sobre la esclavitud, la sangre y el despojo de las Américas y de sus habitantes milenarios… Por eso cuando se habla de ‘deuda externa’, es legítimo preguntar ¿quién debe a quién?
Más que vergüenza, hay que pedir perdón y aprender a ser solidarios y hermanos con los negros y los indígenas… Pero más: para ser perdonado hay que reconocer la maldad ocasionada, reparar el daño cometido y comprometerse a no seguir igual de racista. ¿Sabremos escuchar el grito y entender las protestas de los negros de Estados Unidos, de Ecuador, de las Américas y de los países de todo el planeta? ¿No será el mismo grito de Dios que se hace negro con los negros e indígena con los indígenas?

5.   NO A LA ESCLAVITUD MODERNA, Pedro Pierre.
El asesinato a manos de policías blancos del negro estadounidense George Floyd ha revelado que el racismo es la forma disfrazada de la esclavitud moderna. Hay que decirlo bien alto: todo trabajo o empleo cuyo salario no cubre la canasta básica es un trabajo esclavo. En Europa y otros países industrializados, las y los trabajadores en logrado en mayo de 1968 la equivalencia entre la canasta básica y el salario mínimo. En Ecuador estamos lejos de la cuenta: a medio camino si se considera que actualmente la canasta básica ecuatoriana ha llegado a los 800 dólares, sin cubrir todos los elementos que incluye la canasta europea. Nos engañamos si creemos que algún buen gobierno nos va a regalar este derecho del salario mínimo equiparado a la canasta básica. Nuestros derechos se conquistan en duras luchas, cuando se hemos hecho conciencia de su necesidad y estamos organizados en consecuencia. En Ecuador nos gana la falta de conciencia, organización y valentía.
¿Qué es lo que nos puede motivar para esta lucha? Partamos de la semana laboral. Mediante numerosas luchas y mucha sangre derramada por la represión, se había logrado que la semana de trabajo fuera de 6 días con 8 horas de trabajo diario y de un día de descanso obligatorio. La mal llamada ley ecuatoriana recién aprobada de ‘apoyo humanitario’ ha derrumbado estos logros sin que muchas ni muchos protestáramos por este atropello mayúsculo. Así se pierden los derechos si no somos capaces de defenderlos. No sólo hay que echar la culpa al gobierno de los empresarios, banqueros y corruptos, sino a nuestra indiferencia, cobardía e insolidaridad.
Dejémonos sorprender por la Biblia. La organización del tiempo en ‘semanas’ de 7 días viene de las religiones del Medio Oriente que adoraban a la Luna. Esta organización fue asumida por el pueblo de Moisés y el día de descanso fue insertado en los 10 mandamientos hace más de 1,000 años antes de nuestra era. Dice lo siguiente este mandamiento en el libro bíblico del Éxodo: “Acuérdate del día del Sábado, para santificarlo. Trabaja seis días, y en ellos haz todas tus faenas. Pero el día séptimo es día de descanso, consagrado a Yavé, tu Dios. Que nadie trabaje: ni tú, ni tus hijos, ni tus hijas, ni tus siervos, ni tus siervas, ni tus animales, ni los forasteros que viven en tu país.”
Sí nos llama la este largo mandamiento más de 3 veces milenario. En ese tiempo el día de descanso era el día sábado, primero de la semana. Para marcar la nueva era en tiempos de Jesús de Nazaret el día de descanso pasó a ser el domingo, reconocido igualmente como primer día de la semana. Curiosamente en los tiempos modernos, por razones de economía turística, se consideró el domingo como último día de la semana y se lo unió al sábado para invitarnos a ir de paseo… Pero el paseo alcanza a pocos trabajadores… Perversamente se levantó la costumbre del descanso dominical obligatorio con el fin de abrir los supermercados y otros negocios. Pero ¡ojo: El descanso incluye no sólo a las y los vendedores sino también a las y los compradores!
Digo ‘perversamente’ porque la justificación bíblica del descanso semanal tiene 2 motivos: Era un día “consagrado a Yavé” el Dios del Pueblo de Moisés. El otro motivo es señalado por el texto bíblico en la introducción que se da a los 10 mandamientos: "Yo soy Yavé, tu Dios, el que te sacó de Egipto, país de la esclavitud.” La finalidad de los 10 mandamientos era la negación de la esclavitud. Con el pasó de los siglos se transformó los 10 mandamientos en preceptos individualistas y espiritualistas, cuando originalmente era el resumen de la Carta Magna del Pueblo de Moisés que buscaba proclamar que ya no eran esclavos ni se hacían esclavos unos de otros. Por reafirmar esta libertad frente a la esclavitud de Egipto dejaban de trabajar un día a la semana, varones y mujeres, niños y ancianos, extranjeros y hasta los animales. Veían en este propósito la mano de Dios que los ayudó a lograr esta libertad. El trabajo dominical es actualmente, además de los salarios de miseria, los grandes signos de la esclavitud moderna. ¡Cómo han cambiado los hábitos en 3 milenios! Tal vez nos hayamos olvidado de que Dios es un Dios liberador de los esclavos y de las víctimas de las injusticias… porque la fe no es sólo creer en Dios, es vivir como hermanos iguales y de manera equitativa.
¡Cuán lejos estamos del proyecto de Moisés, que es el proyecto de Dios y también el proyecto de Jesús! ¿De qué sirve que en nuestra Constitución estemos “invocando el nombre a Dios” si lo transforma en el dios de los opresores y de la esclavitud?
Que esta reflexión sobre el descanso dominical nos haga valorar nuestra dignidad, reconocer nuestros derechos, construir una fraternidad equitativa, desbancar ese maldito sistema neoliberal y ser varones y mujeres libres, libres para trabajar, descansar, conformar un país donde vivamos en paz y felicidad mayor.


lunes, 30 de septiembre de 2019

Comentando la realidad nacional e internacional


A R T Í C U L O S   D E   A G O S T O

-          Esperanzados en un presente complejo… una tarea colectiva.
-          El gusano que se vuelve mariposa… o cómo lo imposible que se hace real.
-          El problema no es Trump… es ¿cómo llegó a ser presidente?
-          La salvación está en la comunidad… solos, nos perdemos.
-          ‘Cambiaron mi canción’… pero no la perdí.

1.  ESPERANZADOS EN UN PRESENTE COMPLEJO, Pedro Pierre
En todas partes las situaciones se presentan como complicadas. Es que estamos en un cambio de civilización, en la construcción de una nueva cultura, una nueva convivencia, una nueva ciudadanía global. De ahí la confusión general, diría... "normal". En Ecuador, mucho caos. En Europa mucho descontrol. En Estados Unidos, Trump se parece a “un burro con plata” (¡Perdón a los burros!), diabólico. En África muchas masacres y migraciones. En Asia bastante inestabilidad. Por todas partes está la globalización neoliberal que todo lo quiere controlar y que lo trastorna y destruye todo. Al mismo tiempo hay realidades que mueren, otras no quieren morir y muchas otras que nacen. El desafío de cada uno de nosotros es discernir las que nacen y estar de ese lado, para no ser ‘muertos en vida’.
Creo que debemos aprender a pensar y actuar de manera más sencilla y, con mucha humildad y tranquilidad, ir a lo esencial. Es momento de esperanza. La vida y el amor que habitan el universo no se detienen y avanzan con nuevos rostros, con nosotros si así lo queremos o sin nosotros si caminamos equivocadamente. Todo eso es una invitación a mirar el mundo y las religiones con ojos esperanzados.
En la sociedad, crece la violencia de las grandes potencias dominadoras que se sienten acorraladas como nunca antes. Quieren seguir controlando tanto el saqueo indiscriminado de las materias primas como las protestas de los pueblos que las poseen y no se la quieren dejar quitar sin más. La violencia de las multinacionales y de sus Estados es tanto mayor a medida que la conciencia, la resistencia y las alternativas de los pueblos avanzan y sacuden todos estos imperios. En el pasado, los conflictos eran localizados. Ahora son globales y tienen repercusiones en todas partes. De ahí las migraciones masivas, la organización de la miseria, la destrucción de países, el creciente robo de materias primas, la pasividad cómplice de los países que vienen cómodamente, la angustia de las generaciones más jóvenes...
En las Iglesias y las religiones la crisis también es grande. Tal vez las que mejor resisten son las religiones ancestrales. En la Iglesia católica, la crisis es particularmente catastrófica. Hace 55 años, un Concilio, o sea, una reunión de obispos de todos los países católicos, fue convocado en Roma para actualizar la Iglesia católica, siendo dicha reunión su máxima autoridad. Se abrió puertas y ventanas para desempolvar las conciencias dormidas y las estructuras obsoletas. Esto no fue el gusto de una mayoría de obispos y cardenales, como también de los papas Juan Pablo 2° y Benedicto 16, que buscaron volver al ‘pasado maravilloso de la Edad Media’. Frente a las grandes tensiones internas, el papa Benedicto ‘botó la toalla’. Se eligió al papa Francisco para reformar la Curia romana y encausar la Iglesia según la vida y el testimonio de Jesús: volver a lo único absoluto, tal como lo fue confirmando el papa Pablo 6°, es decir, trabajar a la implantación, por una parte, de la fraternidad y de la justicia en el planeta y, por la otra, el respeto a la naturaleza: Jesús llamó esta tarea ‘el Reino’. A eso se está empeñando el papa Francisco a pesar de las muchas resistencias y oposiciones tanto internas de los grupos tradicionalistas como externas de los gobiernos neoliberales y sus transnacionales.
                Es tiempo de discernir todas las iniciativas que nacen por todas partes, en particular desde los pobres organizados que defienden la vida, la naturaleza, la fraternidad y la justicia, con un horizonte de trascendencia. En América Latina, los Pueblos indígenas con su cosmovisión y la Iglesia de los pobres con su teología de la liberación van por este camino.
                Individualmente debemos integrar grupos humanos, asociaciones, organizaciones sociales, movimientos políticos que se enrumban por estos objetivos. O nos perderemos en el individualismo mortífero, el consumismo deshumanizador y la complicidad perversa con el neoliberalismo. Se trata de vivir sencilla y fraternalmente para no aumentar la destrucción de la naturaleza y de ponerse del lado de las víctimas de todo tipo para compartir sus anhelos y sus luchas.
Estamos en un momento de opciones decisivas y esperanzadoras si avanzamos hacia una 'nueva Tierra' y una Humanidad reconciliada. Esto no se hace sin sufrimiento: es, según san Pablo, “el parto de la humanidad que gime de dolor”. Es el camino que nos enseñan la “paciente impaciencia” de los humildes y el coraje de las y los que quieren vivir en plenitud, pero todos ‘en comunidad’.

2.  EL GUSANO QUE SE VUELVE MARIPOSA, Pedro Pierre
La creación es sorprendente. Por ejemplo el caso del gusano que se vuelve mariposa. Todos sabemos de esta metamorfosis, es decir, a la vez un cambio y una ruptura: un animal que sólo camina en la tierra se poner a volar… y no sólo eso sino que su cuerpo de mariposa poco tiene que ver con su anterior cuerpo de gusano. Se vuelve un insecto totalmente diferente, a partir de células que, en un momento dado, producen este cambio radical.
En la evolución de las especies se pasa progresivamente de un nivel al otro, pero en continuidad: el primer paso prepara el siguiente y así de sucesivo. La metamorfosis del gusano en mariposa no nos parece ‘normal’ porque rompe esta continuidad: no se trata sólo de un cambio de forma, sino un cambio de ‘estructura’. Esto lo podríamos llamar ‘milagro’, porque rompe el esquema ‘normal’… a pesar de que es muy ‘natural’, es decir, según su naturaleza porque es capaz de lograrlo.
Esta originalidad consiste en pasar a un grado distinto y superior de existencia. Si lo pensamos bien, esta situación nos permite creer, diría, en lo ‘imposible’. Pero eso está inscrito en la creación. Pienso que podemos afirmar que es una capacidad de todos los seres creados, ya que todos somos ‘de la misma especie’: somos una inmensa cadena de evoluciones que han llegado al desarrollo ‘consciente’ que es el ser humano. No somos esencialmente diferentes, sino un eslabón más de la expresión de la vida: ¿no se podría decir que todos los seres vivos, incluida la materia, tenemos el mismo ‘ADN’, la misma estructura fundamental? Si el gusano tiene la capacidad de volverse mariposa, ¡cuánto más nosotros los humanos podemos lograr cambios radicales! La creación no ha terminado, sino que el proceso de la vida es progresivo y en constante mejoramiento. La vida no sólo se multiplica en cantidad: la vida da nacimiento a nuevas vidas, sino también en calidad: la vida que nace va a ser mejor que la matriz que la ha producido. Y eso es la razón de nuestra existencia: no sólo hacer crecer la vida en cantidad, sino en calidad.
Si no lo logramos, es que estas células, estas neuronas no han despertado: Están dormidas. No encuentran un ambiente que les permite desarrollarse o no han madurado lo suficiente para ‘nacer’ a la novedad que esconden. ¿Creemos en eso? ¿Creemos en nuestra capacidad de recrearnos, de cambiar de vida, de cambiar el mundo, de entrar en la dinámica creadora del cosmos de recrearse permanentemente en algo mejor? Así nos olvidaríamos de este mito negativo del ‘pecado original’, de esta realidad inexistente pero tan incrustada en nuestra mente, de que los humanos ‘lo dañamos todo’, mientras estamos llamados a transformarlo todo… a imagen del gusano que se vuelve mariposa. Eso sí que es una ‘Buena Noticia’.
En nuestro mundo de desastres trágicos organizados por nosotros mismos, en las guerras que se multiplican atrozmente por medio del imperio del mal liderado por un Trump diabólico, en la catástrofe del calentamiento global provocado por nuestra indiferencia o nuestra complicidad, en los individualismos y egoísmos cínicos que vivimos en el día a día, en el odio que producimos por nuestra pequeñez humana o nuestra maldad… la mutación del gusano en mariposa nos acusa de pesimistas, pasivos, fatalistas, insolidarios, destructores, infames, criminales… mientras tenemos la capacidad de transformarnos, transformar nuestras sociedades y salir de los infiernos que nosotros mismos construimos o dejamos construir.
Por eso están en nosotros el deseo inquebrantable de felicidad, la certeza de que el paraíso ‘perdido’ (otro mito) no está detrás de nosotros sino por delante, la fuerza irresistible de las utopías concebidas como sueños de hoy que serán realidades mañana, ‘el amor más fuerte que la muerte’ como lo poetiza el Cantar de los Cantares, la seguridad de que ‘otro mundo es posible, urgente y necesario’… Eso está por nacer si nos unimos, si despertamos en cada uno de nosotros la y las espiritualidades que nos habitan, si nos dejamos poseer por el amor sembrado en nuestros corazones, si nos abrimos al Misterio de la Vida que nos abarca a todas y todos, si desplegamos la fuerza de Dios viva en cada una y cada uno de nosotros, tal como supo desarrollarla ‘un tal Jesús’ y cuántos grandes personajes, mujeres y varones, de la historia de la Humanidad. Creo firmemente que eso es posible, que hacia eso vamos más temprano que tarde, porque es nuestra necesidad más urgente, porque somos mucho más grandes de lo que nos imaginamos, y porque muchas y muchos creemos, trabajamos y damos la vida por más y mejor vida. ¡El gusano que se vuelve mariposa nos lo significa concreta y materialmente!

3.  EL PROBLEMA NO ES TRUMP, Pedro Pierre.
Los calificativos negativos a las palabras y actuaciones del presidente de Estados Unidos son casi innumerables y en su propio país. Hasta los obispos católicos lo van cuestionando duramente… Y se nos quiere hacer creer que tiene 67% de opción favorable para una nueva candidatura a la próxima presidencia del país. La cuestión principal es preguntarnos: ¿Cómo es posible que un tal presidente haya podido ser elegido y se mantenga sin mayores problemas, haciendo lo peor que le viene en gana? Esa es la verdadera crisis humanitaria de Estados Unidos y de los demás países autollamados ‘civilizados’. ¡Trump no pasa semana y casi día sin que atropelle los derechos humanos y el sentido común! Estamos frente a una dictadura de lo absurdo y de lo diabólico. En su tiempo, Jesús de Nazaret llamó esta perversidad “el pecado contra el Espíritu”, o sea, hacer pasar la mentira y la maldad como vedad y bondad. Hemos llegado al colmo de la desgracia. De allí proceden las mal llamadas guerras ‘humanitarias’, guerras declaradas sin agresor ya que son preventivas por si acaso la pudieron declarar, guerras que matan más civiles que militares, guerras innecesarias que dejan los países totalmente aniquilados y duraderamente empobrecidos (por eso las multitudinarias migraciones)…
Los grandes responsables de esta situación son los medios de comunicación en manos de un puño de ricachones que pagan millonadas para que así pasen las cosas, haciéndonos creer que es lo mejor y que no hay alternativa. Hemos llegado a la gran manipulación de hacer aceptar como bueno lo que es sumamente dañino para toda la humanidad y la misma naturaleza. Un periodismo que informe la verdad está totalmente marginado, perseguido y casi aniquilado: lo hemos visto con la entrega de Julián Assange a la supuesta justicia de Inglaterra. Hay que saber también que la mayoría de estos ricachones son los señores de las guerras que se dedican a producir armas y más armas cada vez más sofisticadas para la destrucción masiva e instantánea. Estos señores de la guerra y responsables de esta catástrofe planetaria son los accionistas de la Banca Federal norteamericano o Banco Central de Estados Unidos, el banco privado de los más ricos del planeta. Se reúnen anualmente en Davos, Suiza, para pulir esta mundial máquina de guerra, de despojo y de manipulación. ¡Bendita Suiza que lo acoge tan amablemente!
Además de marginar un periodismo responsable, nos manipulan de tal manera que pasamos a ser espectadores pasivos y silenciados de nuestros propios castigos. Los que no queremos ser cómplices de tales abusos generalizados nos tachan de agitadores, desquiciados y ‘terroristas’. ¿Y la gran mayoría de la población? ¡Muy bien, gracias! Ocupada en mirar telenovelas deshumanizadoras. Ocupada en manipular teléfonos de la cuarta o quinta generación que dan la sensación de estar acompañados de ‘un millón de amigo’ virtuales y desechables. Ocupada en mirar partidos de futbol sobre partidos de futbol, con cerveza en la mano, ahora no sólo de varones sino también de mujeres. Ocupada en esconder su miseria, su hambre de pan y de dignidad, su desempleo, sus enfermedades, su vida fracasada, su horizonte sin esperanza, ya que las víctimas de este sistema mortífero se las califica de vergonzosas, gente vaga y perezosa, inútil, descartable y ¡mejor que desaparezca muriéndose rápido!
¿Y las Iglesias, ‘maestras de la verdad y expertas en humanismo’? Si no son capaces de unirse para defender y promover la paz, volvamos a la espiritualidad que anida en todos los corazones para sacar valor en favor de la fraternidad universal. En esta espiritualidad, sin Iglesias ni religiones, encontraremos la capacidad de comulgar con el gran Misterio de Vida y de Amor que habita en el cosmos y todos los seres vivos. Este nos hará fuertes y valientes para convertirnos en hombres nuevos y mujeres dignas afín de hacer de nuestras vidas el lugar de lucha para una humanidad reconciliada consigo mismo y con la naturaleza. Esta espiritualidad no permitirá desterrar la guerra y, como lo canta María la madre de Jesús en su Magnificat, seremos presencia de este Misterio de Vida y Amor que dé “un golpe con todo su poder para deshacer a los soberbios y sus planes, derribar a los poderosos de sus tronos y exaltar a los humildes, colmar de bienes a los hambrientos y despedir a los ricos con las manos vacías”.
También demos preguntarnos, ¿por qué en Ecuador pasa lo que está pasando? El problema no es Moreno. El problema no es Trump. El problema lo somos nosotros y nosotras, demasiados vacíos de conciencia, valentía, unión, fraternidad y fe. Solamente tenemos la vida y el mundo que nos merecemos, mientras los aceptamos.

4.  LA SALVACIÓN ESTÁ EN LA COMUNIDAD, Pedro Pierre.
Todas y todos buscamos solucionar nuestro anhelo de felicidad. La realidad es que no la buscamos de la misma manera ni en el mismo lugar. La mayoría de nosotros somos bautizados, es decir, puestos en el camino de Jesús y su proyecto de fraternidad y justicia universal… Pero la verdad es que a la hora de decidir otras son nuestras prioridades, ya que decidimos en función de otros intereses.
Para la mayoría, la prioridad casi absoluto es la búsqueda del dinero: el dinero es la solución. Tal vez sin darnos cuenta, él pasa a ser nuestra primera y casi única preocupación. Todas y todos necesitamos de un mínimo de dinero para vivir dignamente. Jesús no ha condenado el dinero como tal: el grupo de sus apóstoles hacían bolsa común, ayudados en eso por la generosidad de algunas mujeres más acomodadas. Jesús condenó el dinero cuando pasa a ser un absoluto que condiciona toda nuestra vida, nuestra familia, nuestras actividades, nuestros objetivos: es el amo que nos dicta sus leyes; nos esclaviza. Jesús condenó también la riqueza, o sea, la acumulación de dinero, porque cuándo tenemos más de lo suficiente estamos quitando a otros lo que les corresponde. La acumulación de dinero es fruto de la explotación y del robo: Es la Doctrina Social de la Iglesia que califica así la acumulación de dinero. Quedémonos con estas palabras de Jesús para encontrar el justo equilibrio con referencia al dinero: “¡Con ese maldito dinero, háganse amigos!”
                Todo esto nos hace preguntar: ¿Cuál es nuestra primera prioridad? Unos no pueden vivir sin mirar todos los partidos de futbol de su equipo favorito, los del equipo nacional, los de América latina y los del mundial de futbol. Esclavitud. Otras no pueden perder ningún capítulo diario de una o varias novelas, sea de madrugada, de día o tarde en la noche. Esclavitud. Otros no pueden pasar el día sin tomarse unas cuantas cervezas ni terminar la semana sin emborracharse. Esclavitud. Otras gastan casi todo su dinero y su tiempo en comprarse ropa de la última moda y maquillaje de último modelo para aparentar lo que no son. Esclavitud. Otros tienen la pasión de las motos, o de los carros, o de comprar casas… en perjuicio a la familia, a la profesión, a la misma salud. Esclavitud.
                ¡Estamos lejos de la religión! Como también lejos de una vida verdaderamente feliz porque confundimos placeres pasajeros con felicidad que nos llena y llena la familia. Nos asedia una cierta soledad e insatisfacción y pensamos que las vamos a eliminar con más dinero, más futbol, más cerveza, más novelas, más ropa y maquillaje, más carros y casas… sin darnos cuenta que las cosas nunca van a llenar nuestro anhelo de verdadera felicidad.
                La felicidad está en la amistad, el amor y la fraternidad. Mientras no estaremos seguros de esto, la felicidad será como nuestra sombra… ¡que se aleja cuando la perseguimos! Conclusión: la solución es la comunidad, la comunidad de amigos, la comunidad familiar, la comunidad de vecinos, la pequeño comunidad cristiana que nos reune en nuestras casas. Allí vamos a encontrar la verdadera felicidad y sobre todo los caminos para conservar y aumentar esta felicidad. Sólo en comunidad acertamos donde apostar para ser duraderamente felices. Esto está al alcance de todas y todos, pero muchas veces preferimos perdernos por caminos que nos alejan definitivamente de la felicidad profunda. Recordemos la canción: “En cosas que se mueren, puse el corazón. ¡En cosas que se mueren, me voy muriendo yo!” Para no ser ‘muertos en vida’, la solución es la comunidad… sin olvidar la comunión con la naturaleza y con el gran Misterio de la Vida y del Amor que todo lo abarca.
Aprendamos entonces a pasar de ‘lo mío’ a ‘lo nuestro’ y del ‘yo primero’ al ‘nosotros’: la felicidad será nuestra fiel compañera de camino. ¿Y no será eso ‘la salvación’? Por supuesto que sí.

5.  “CAMBIARON MI CANCIÓN”, Pedro Pierre.
Es el título de una canción que acabo de escuchar: No la conocía ni su cantante… Es una protesta por el maltrato que se está dando a la naturaleza, a los animales, a las personas: un crimen de lesa naturaleza, una inhumanidad en el trato de los bosques, los ríos, el aire…. los pobres. Volvía a protestar porque en las redes sociales habían ‘clonado’ su canción: sobre la música habían puesto otras palabras que poco tenían que ver con el texto original. ¡Cuánta gente mala para ‘cambiarle su canción’!
¿No será también lo que nos pasa a nosotras y nosotros? A veces se nos malinterpreta porque no gusta lo que decimos y nos hacen decir lo que no hemos expresado. Se nos cataloga de equivocados porque no se quiere escuchar temas que hacen pensar, que cuestionan una manera de vivir, que denuncian actitudes injustas… ‘Nos cambian la canción’, para que sea más apetecible y favorable a intereses materiales, políticos y financieros.
Ahora las falsas noticias se han hecho un inmenso negocio. Hay innumerables empresas que se han especializado en ofrecer sus servicios para lanzar mentiras, hechos inexistentes, reflexiones erróneas, informaciones inventadas, meditaciones religiosas de mala fe… Leemos este conjunto de engaños que llegan gratuitamente y muy bien presentados a nuestros celulares; muchas veces los creemos porque saben lo que nos gusta y no nos gusta, porque justifican nuestros vicios y maldades… Nos cambian la verdad haciéndonos creer en la belleza y bondad de la mentira y la maldad. ‘Nos cambiaron la canción’…
Eso pasa a las parejas: se prometen amor eterno haciendo corazones enlazados por flechazos amorosos. Lo certifican tanto ante la autoridad civil como en el altar: “Te amaré por siempre en las buenas y en las malas: hoy más que ayer y menos que mañana”. Pasan los años: los egoísmos, las infidelidades y el machismo relegan estas promesas en un sueño que se vuelve pesadilla. Son las mujeres que se quejan que ‘se les cambió la canción’.
Cada vez más jóvenes están asustados por la destrucción inmisericorde de la naturaleza, los suelos, el agua, las especies vegetales y animales, la Amazonía y la convivencia humana. La propaganda les presenta una vida paradisíaca cuando la realidad muy diferente, en particular por la falta de empleo y la marginación. A ellos también se les ‘cambió la canción’.
Así nos manipulan haciéndonos creer falsedades, haciéndonos caer en actitudes que son dañinas… Los entendidos dicen que de esta manera se eligió a Trump en Estados Unidos y Bolsonaro en Brasil. Estas manipulaciones de masas se dan en les redes sociales gracias a su ampliación por los grandes medios de comunicación escrita y televisiva. ‘Cambiaron mi canción’ se puede decir también del actual gobierno que se eligió para continuar la Revolución Ciudadana corrigiendo sus errores, y nos encontramos gobernados por partidos y gentes de derecha y extrema derecha que habían perdido las elecciones.
¿No estará pasando lo mismo con Jesucristo? Vino para hacer realidad el Reino de Dios, o sea, la fraternidad universal y la justicia en nombre de Dios. Envió a sus seguidores para continuar esta misión. Hoy los ministros de nuestras iglesias, en su inmensa mayoría, se pasan todo el tiempo celebrando misas y sacramentos con gentes que poco o nada tienen que ver con el Reino de Dios. Al papa Francisco que nos ayuda a volver a Jesús y al Reino, lo están calumniando de hereje y anticristo… A Jesucristo también, ‘le cambiaron la canción’…
Y nosotras y nosotros, ¿hemos escuchado nuestra canción interior que en definitivo es nuestro sueño de vida, amor y felicidad? ¿Hemos dejado expresar la fuerza y la grandeza que nos habitan? ¿Nos hemos sentido identificados con compromisos que engrandecen la vida, embellecen el amor, cuidan de nuestra casa común, comulgan con el misterio profundo del universo…? Todo un sistema pernicioso tiene otros intereses: hacer a los ricos más ricos a costa de los pobres más pobres. Nos empobrecen el corazón, nos engañan la mente, y ganan millones de millones en sus robos, saqueos y corrupción. Muy lejos está nuestra canción de los 20 años, nuestros sueños de años juveniles, nuestros ideales jóvenes…
Entonces: A volver a la música primera  y a las palabras originales, para que no se nos esfume la vida y pase el tiempo perdiéndolo. Juntemos sueños imposibles, grandes ideales, verdades eternas, para que muchos se puedan hacer realidad, lejos de una existencia tibia y sin sabor. Abriéndonos a todas las espiritualidades, en particular indígenas y negras, y escuchando el grito-canción de la Tierra y de todos los que sufren, construyamos la fraternidad sin frontera.


sábado, 11 de mayo de 2019

La realidad nos interpela


Artículos de abril de 2019.

-          Oscar Romero, mártir de los Derechos Humanos… “modelo de pastor” para los obispos (papa Francisco).
-          ¿No debe dimitir el Consejo Nacional Electoral?... después de tantas fechorías.
-          Defendamos nuestro quinto poder sobre el Estado… porque nos lo quieren quitar.
-          Assange: Todos somos cómplices… por quedarnos de brazos cruzados.
-          El triunfo de las luchas por la vida… eso es la resurrección.

Fraternalmente.
Pedro Pierre.

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1.  OSCAR ROMERO: MÁRTIR DE LOS DERECHOS HUMANOS, Pedro Pierre.
¿Somos personas que estamos dejando huellas positivas o pasamos como si no hubiéramos existido jamás? Es la pregunta que nos plantean obispos como monseñor Leonidas Proaño, de nuestro Ecuador, y Oscar Romero de El Salvador. El domingo pasado recordábamos 39 años del asesinato de este último, mientras celebraba la misa. ¡A los 39 años de su pascua, sigue muy vivo en toda América Latina mucho más allá de nuestras fronteras! Ya en el año 2,000, los cristianos anglicanos pusieron su estatua en su catedral mayor de Londres. El año pasado, el Vaticano lo añadió a la lista universal de los santos de la Iglesia católica. La ONU proclamó el 24 de marzo, fecha de su muerte, “Día Internacional del Derecho a la Verdad sobre las violaciones de los Derechos Humanos y la dignidad de las víctimas”. A este propósito, monseñor Romero decía: “Queremos ser la Iglesia que lleva el Evangelio auténtico, porque un Evangelio que no tiene en cuenta los derechos de los hombres, un cristianismo que no construye la historia de la tierra, no es la auténtica doctrina de Cristo, sino simplemente instrumento del poder.”
En su recién viaje a Panamá para la Jornada Mundial de la Juventud, el papa Francisco, en su reunión con los obispos centroamericanos, colocó la figura de San Óscar Romero en el centro de su discurso y lo declaró modelo y ejemplo de cómo deben ser los auténticos pastores del Pueblo de Dios. "El pastor no puede estar lejos del sufrimiento de su pueblo; es más, podríamos decir que el corazón del pastor se mide por su capacidad de dejarse conmover frente a tantas vidas dolidas y amenazadas… Muchos hombres y mujeres, sacerdotes, consagrados, consagradas y laicos, han ofrecido su vida hasta derramar su sangre por mantener viva la voz profética de la Iglesia frente a la injusticia, el empobrecimiento de tantas personas y el abuso de poder."
Tal vez la mejor manera de honrar a monseñor Romero sea recordar algunas de sus frases claves para ir caminando siguiendo sus huellas.
“Un cristiano que se solidariza con la parte opresora no es verdadero cristiano”.
“El rico que está de rodillas ante su dinero; aunque vaya a misa es un idolatra, no es un cristiano”.
“Es inconcebible que se diga a alguien cristiano y no tome, como Cristo, una opción preferencial por los pobres”.
“Es una caricatura del amor cuando se quiere apañar con limosnas lo que ya se debe por justicia”.
“El cristiano que no quiera vivir este compromiso de solidaridad con el pobre no es digno de llamarse cristiano”.
“Predicación que no denuncia el pecado no es predicación del evangelio”.
“La Iglesia no puede callar ante la injusticia: si callara sería cómplice”.
“Cada uno de ustedes tiene que ser un profeta”.
El 23 de marzo 1980, vísperas de su asesinato: “Ante una orden de matar que dé un hombre, debe de prevalecer la ley de Dios que dice: ‘No matar’. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios… En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: ¡Cese la represión!”
Que monseñor Romero haga surgir en nuestro país bastante atormentado profetas a su imagen para testimoniar del Evangelio y construir, como él, el Reino de Dios en esta nuestra tierra.

2.  ¿NO DEBE EL CNE DIMITIR?, Pedro Pierre
Son llamativas y vergonzosas las actuaciones del Consejo Nacional de Elecciones (CNE) tanto antes como durante y después de las elecciones del domingo 24 de marzo. Las peleas internas de los miembros del Consejo, las argucias para no inscribir el partido de la Revolución Ciudadana, las normas restrictivas para que los candidatos al Consejo de Participación Ciudadana no hagan campaña, las maniobras para multiplicar los votos nulos afín de eliminar dicho Consejo, la negativa para impedir la presencia del veedores de la OEA (Organización de los Estados Americanos), la falsa excusa para no controlar los gastos de campaña de los candidatos, los cambios de lugares de votación de los ecuatorianos en el extranjero… La misión de OEA dijo que el CNE cometió censura previa y afectó libertad de expresión de medios digitales como es el caso de ecuadorinmediato.
En el día de las elecciones, apareció el embajador de Estados Unidos en el CNE: ¿Qué hacía allí este señor? No faltaron en las redes sociales videos de gente que, por ejemplo, traía papeletas de votación desde fuera del recinto electoral acompañada por un militar de la marina. Durante ese día de votación, no faltaron las protestas, las grescas y cuántas cosas más ¿Y qué decir del conteo en medio de apagones y caída del sistema electrónico? Entre las explicaciones contradictorias del CNE, la Corte Suprema, el CNT (Consejo Nacional de Telecomunicaciones), es difícil no dudar de la calidad y transparencia de estas elecciones. Ahora, se busca descalificar a los 2 elegidos de la Revolución Ciudadana al Consejo de Participación Ciudadana: la persecución continúa…
¿Qué es lo que más llama la atención de los resultados electorales aunque no estén proclamados oficialmente todavía? Una primera apreciación es que 3 partidos políticos tienen las mayores votaciones: el Partido Social Cristiano, lista 6, de Jaime Nebot, el Movimiento Pachakutik, lista 18, de la CONAIE y el Partido Compromiso Social, lista 5, de la Revolución Ciudadana.
El PSC consiguió 8 prefecturas sobre 23 y 43 alcaldías. En Guayaquil Cynthia Viteri ganó con 1/3ª parte de los inscritos. De los 43 alcaldes, 34 se lograron en alianza con otros partidos. El PSC no logra consolidarse en la Sierra y pierde bastiones importantes en la Costa. La campaña nacional de Nebot no surtió mayores efectos en las ciudades adónde fue, ¡ya que perdieron sus candidatos! Estos rechazos demuestran un rechazo a Nebot que buscaba posicionarse con candidato presidencial en 2021.
El Movimiento Pachakutik se mantiene en todo el país: logra 5 prefecturas y 14 alcaldías sin hacer alianzas con nadie. Su discurso no fue frontalmente antineoliberal ni crítico con el gobierno. Lourdes Tibán, como figura anticorreísta, perdió en casa propia.
El Partido Compromiso Social dela Revolución Ciudadana, a pesar de las innumerables trabas que le pusieron por todas partes, logró buenos resultados: 2 prefecturas, una en Quito y otra en Manabí. En el Concejo Municipal de Quito logró 9 concejales sobre 21. En el Consejo de Participación Ciudadana logra 2 puestos. Con tales votaciones logró mantenerse en la palestra electoral para las próximas elecciones nacionales. En Guayaquil tiene baja votación. Conserva un fuerte apoyo nacional evaluado al 30%.
Los grandes perdedores son Lasso y Moreno, o sea, los que tuvieron las mayores votaciones en las pasadas elecciones presidenciales. El castigo a Alianza PAIS, lista 35, proviene, por una parte, de la mala gestión del presidente, aprobada sólo por 25% de los ecuatorianos según encuesta en Quito, Guayaquil y Cuenca, y, por otra parte, por la traición de los asambleístas de la Revolución ciudadana que no logran tener figuras de alcance nacional.
Quedaron barridos los partidos de Bucaram, Lucio Gutiérrez, Unión Nacional-MPD… Para el Consejo de Participación Ciudadana, la promoción del voto nulo no tuvo mayores seguidores: la gente no quiere perder un poder nacional que le permite nombrar directamente un ente estatal de control. En el campo, la gente votó por personas conocidas y reconocidas por su trayectoria de servicio a la comunidad. Es signo del rechazo a los partidos políticos en general.
Se puede notar que el voto ciudadano es más consciente y castiga a los corruptos y politiqueros de siempre. A ver ahora cómo se acompaña y controla a las nuevas autoridades elegidas para no perder el derecho a ser oído y respetado. El mayor problema va a ser el desempeño de las distintas autoridades nombradas, en muchos casos, a dedo por el Consejo transitorio de Participación Ciudadana. Es de preguntarse cómo se mantendrá el Consejo Nacional Electoral después de tantas aberraciones antes, durante y después de las elecciones. A ver si juzgamos a cada uno por sus obras: el árbol se reconoce por sus frutos.

3.  DEFENDAMOS NUESTRO QUINTO PODER SOBRE EL ESTADO, Pedro Pierre
Desde 2008, la Constitución del Ecuador consta con 5 poderes estatales. Hasta esta fecha, el Estado era compuesto de sólo 3 poderes: el legislativo con la Cámara de diputados, el ejecutivo con el gobierno y el judicial con lo referente a la justicia. La Asamblea Constituyente de Montecristi, en Manabí, añadió dos poderes más: el de la Función de Transparencia con el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) y el de la Función Electoral con dos entidades: el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Contencioso Electoral. Estos cambios fueron aprobados por un referendo con 64% de votos favorables, o sea, las 2/3ª partes de los votantes.
El CPCCS es encargado de nombrar nada menos que 13 autoridades del Estado y vigilar sus actuaciones como primera autoridad de control. Estas 13 autoridades son las de: Fiscalía, Controlaría, Corte Constitucional, Procuraduría, Consejo de la Judicatura, Consejo Nacional Electoral y las 7 Superintendencias de: Bancos, Compañías, Poder del Estado, Economía Popular y Solidaria, Telecomunicaciones, Información y Comunicación, y Ordenamiento Territorial. Es este poder de designación y control que nos quieren quitar los poderosos del país para volver a hacer lo que les dé la gana.
Hasta el 2008 era la Cámara de Diputados, llamada ahora Asamblea Legislativa, quien nombraba y controlaba estas autoridades. Cada partido político las elegía según sus conveniencias e intereses, haciendo alianzas de toda clase mediante el reparto de autoridades y el ‘hombre del maletín’. Por estos motivos, por ejemplo, nunca se pudo enjuiciar al ex presidente León Febrés Cordero a pesar de los numerosos asesinatos y desapariciones que realizó durante su gobierno.
Fue para evitar estas distorsiones, ya señaladas en los cambios constitucionales de 1998, que se constituyó el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Sus miembros están en función durante 3 años y son elegidos por votación popular, previo concurso de méritos, o sea, un examen escrito, y aprobación ciudadana que nos faculta para presentar impugnaciones.
Esta realidad demuestra un gran avance democrático porque fomenta mayor participación ciudadana. Es cierto que la participación ciudadana en nuestro país es débil, porque educación cívica y política es mínima en los centros educativos. Es el motivo que aducen los grupos empresariales, financieros, derechistas, medios de comunicación comerciales del país para solicitar la supresión de dicho Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Bajo la batuta del presidente del Consejo transitorio de Participación Ciudadana, Julio César Trujillo, han constituido con un Comité para recoger firma afín de solicitar un referendo que, sin más, elimine el CPCCS. Hacen parte de este Comité varias ‘personalidades’: un ex presidente Gustavo Noboa, Rosalía Artiaga ex presidente (¡2 días en febrero de 1997!), Nelsa Cubello del Municipio de Guayaquil…
Ya muchos grupos y organizaciones nos están alertando y hacen conciencia del grave peligro que esta supresión constituiría al quitarnos derechos adquiridos que nos permiten detener las ambiciones de dominación, explotación y acumulación de poderes y riquezas de los grupos que se creen dueños del país. No nos dejemos engañar por las propagandas con las que nos inundarán los medios de comunicación comerciales. Sepamos hacer conciencia entre nosotros para que no nos despojen de la capacidad de controlarlos que tenemos afín de que en nuestro país haya menos corrupción y desigualdades, y más incidencia nuestra en la conducción del Estado, para nuestro propio beneficio.
Los primeros cristianos nos dieron el ejemplo de la participación al elegir el sucesor del apóstol Judas entre todos los discípulos y luego organizar una Asamblea cristiana que fue el primer Concilio, para decidir de no continuar con la costumbre judía de la circuncisión. El papa Francisco no cesa de invitar a los cristianos a trabajar por el Bien Común. Allí tenemos una gran oportunidad para defender el CPCCS.

4.  ASSANGE :  ¡ TODOS  SOMOS  CÓMPLICES !  Pedro  Pierre
El 11 de abril de 2019 aconteció un hecho mundialmente escandaloso: Por pedido del gobierno de Estados Unidos el gobierno ecuatoriano entregó al periodista Julián Assange, asilado en la embajada ecuatoriana en Londres, a la policía británica. Antes de esta expulsión, se le había quitado la nacionalidad ecuatoriana. Por todas partes se critica la medida aduciendo que no se ha respetado el derecho de asilo ni el deber de hospitalidad ni el derecho al libre conocimiento y al acceso a la información.
¿Cómo se ha llegado a tal aberración? Aparecen como motivos la presión del gobierno de Estados Unidos, las acusaciones al presidente ecuatoriano de dinero y paraísos fiscales: se lo veía venir desde meses. Pero eso ha sido posible porque, como ecuatorianos, no hemos impedido que se abstenga de tal atropello. Sabemos que todo gobierno hace lo que le permitimos hacer nosotros los ciudadanos. Nos faltó organización, decisión y valentía. ¡Qué triste imagen estamos dando al mundo entero! Somos el único país del planeta a haber hecho tal crimen contra los derechos humanos. ¡Qué vergüenza la nuestra porque es un hecho sobresaliente que pasará a la historia!
Claro la responsabilidad primera es la del gobierno ecuatoriano que tomó la decisión en un acto de servilismo al gobierno de Estados Unidos. No vaciló en montar todo un show con el ministro de relaciones exteriores, la ministra del interior, la Asamblea nacional, los medios de comunicación comerciales para justificar dicha decisión: Están montando una cortina de huma para desviar nuestra atención en cosas secundarias.
Julián Assange es un periodista profesional australiano que utiliza medios sofisticados de investigación para entrar en las plataformas de informaciones que los gobiernos mantienen en secreto para que no se conozca sus asesinatos y destrucciones militares que atropellan los derechos humanos, los de los pueblos y de la misma naturaleza. Por eso con un grupo periodístico fundó en 2006 la Agencia de Información Internacional ‘Wikileaks’. Más que publicar informaciones, las entregan a los grandes medios de comunicación internacionales que la difunden. Además reciben de otros periodistas informaciones llamadas ‘secretas’. ¿Por qué no se enjuicia los medios de comunicación que publican dichas informaciones? ¿Son menos culpables que Julián Assange?
Sin estos periodistas, no hubiéramos podido saber informaciones veraces que estamos en derecho de conocer. Por ejemplo, se conoció los archivos de Guantánamo y sus políticas de detenciones arbitrarias y torturas, los ataques aéreos directamente contra civiles en Irak, el diario de la guerra de Afganistán y sus horribles masacres, los documentos de la diplomacia estadounidense para someter gobiernos y países enteros, el espionaje a los presidentes de Europa, de Israel, de Italia, a Ban Ki-Moon de la ONU, los emails de Hillary Clinton en la ‘guerra sucia’ de las últimos elecciones presidenciales en Estados Unidos… Por estas informaciones, el gobierno de Estados Unidos tuvo que modificar sus prácticas más mortíferas. ¿No será más que necesario un periodismo de esta dimensión, de esta calidad y valentía? Por este motivo, Julián Assange fue proclamado ganador, entre otros, del “Premio Amnistía Internacional” por la defensa de los Derechos Humanos.
¿Qué va a pasar con “¡Quito, luz de América!?” después de tal defenestración de Assange? ¿Quién ahora va a pedir asilo al gobierno del Ecuador? ¿Cuál periodista de renombre internacional va a sentirse seguro en países como Ecuador y los de la Alianza del Pacífico -Chile, Perú, Colombia, México- cuyo servilismo con Estados Unidos es más que vergonzoso? ¿Será cierto que el gobierno de Estados Unidos aseguró al presidente Moreno que Assange no sería condenado a muerte ni maltratado, ya que no se presenta ningún documento escrito y firmado? Y la ‘Carta de intención’ firmada con el FMI, ¿por qué no se la da a conocer?
Todo esto pasa porque estamos dormidos, desorganizados, indiferentes, individualistas, oportunistas, corruptos, consumistas… y nos decimos cristianos y país católico… Nadie tendría que decirnos: ¡A manifestar nuestra desconformidad! ¡A hacer respetar nuestros derechos! ¡A vivir con dignidad! ¿Cómo nos vamos a quitar de encima esta mancha, para volver a ser reconocido como país digno, solidario, valiente? ¿Cuándo vamos a emprender una formación cívica y política para dejar de ser presas de las mentiras de los medios de comunicación y borregos tras autoridades que nos engañan tan fácilmente? A ver cómo van a reaccionar los periodistas digitales para no terminar ahogados por un sistema dictatorial de control informático: ya temen persecuciones. ¿Cómo vamos a sumar solidaridad?
En la Biblia, se nos dice que Dios destruyó a Sodoma: No fue tanto por homosexualidad, tal como se no lo metió en la cabeza, sino por faltar a la hospitalidad, tradición sagrada del Pueblo de Moisés y de los Pueblos del desierto. Hoy, nosotros mismos preparamos nuestra propia autodestrucción. Si seguimos así, ha muerto nuestra tradicional hospitalidad y nuestra dignidad: ¡lo peor no ha terminado de venir!

5.  EL TRIUNFO DE LAS LUCHAS POR LA VIDA, Pedro Pierre
Ya terminó la Semana santa. ¿Olvidaremos su mensaje principal? El triunfo de la lucha por la vida y la fraternidad. Esa fue la misión que Jesús de Nazaret llevó hasta el extremo en sólo 3 años de dedicación a tiempo completo. Todo el cosmos es expresión de vida amorosa que no deja de desplegarse porque la creación sigue en marcha: lo vemos ahora con las fotos de los satélites que recorren el espacio. Acabo de escuchar en redes sociales una señora de 92 años que dice: “Se ha dejado de luchar, por eso estamos en lo que estamos… Nada tenemos heredado para siempre… Se tiene lo que se defiende”. Algo parecido dice Bertold Brecht: “No debes tener lo que no estás dispuesto a defender”. ¿Nos sorprenden estas 2 personas? Jesús decía lo mismo: “Sólo los valientes entran en el Reino de Dios”, es decir, sólo los valientes tienen vida plena y llena de fraternidad y alegría porque luchan por ellas. El infierno es para los cobardes, los individualistas y los indiferentes.
Estamos salvados cuando entramos en esta lucha por la vida y la fraternidad. Si no vivimos para eso, estamos perdidos y bien perdidos. Y eso vale para cristianos y ateos. Se pierden los que trabajan por tener más y más dinero; se pierden los corruptos; se pierden los sinvergüenzas que hacen leyes por su interés personal o gremial; se pierden los jueces que tuercen las leyes para condenar al inocente; se pierden los que mienten descaradamente con la complicidad de los medios de comunicación; se pierden los ladrones de corbatas… Eso es el infierno… que nos hacen padecer.
También se pierden los indiferentes a la maldad, los pasivos frente a las injusticias, los conformes con la desigualdad social, los que aplauden a los malvados, los que se suben a la camioneta de los corruptos, los quejosos que nunca mueven ni el dedito, los que se valen del desconocimiento de los demás, los envidiosos incapaces de luchar por su dignidad… Eso es el infierno.
Jesús de Nazaret vino por hace acontecer el Reino de Dios: eso fue su misión. Por su vida y su muerte hizo reinar a Dios en este mundo y Dios reina cuando hay vida, amor, justicia, armonía con la naturaleza, comunión el Misterio del universo. Desde el emperador Constantino, y hasta antes, se creyó que la religión con su clero, sus leyes, sus cultos, sus lugares santos, sus libros sagrados… eran la manera de hacer presente el Reino de Dios. Y vemos ahora el resultado: pedofilia e iglesias que se van vaciando. Hay que volver a los orígenes de las religiones y del cristianismo tal como lo vivieron Jesús y las primeras comunidades cristianas. “El Reino es lo único absoluto” dijo el papa Pablo 6° en 1975, repitiendo la frase de Jesús: “Busquen primero el Reino de Dios; el resto vendrá por añadidura”. ¡A salir de dónde nos hemos extraviado! Entonces la moral y la obsesión de la sexualidad pasarán segundo lugar, es decir, al servicio del Reino: todo debe estar al servicio del Reino.
Están desapareciendo las religiones pero no desaparecerán los que luchan por la vida y por la fraternidad. También muchos luchan y lucharán para que sigan vivas las ruinas religiosas, cultivando sus cementerios como paraísos perdidos… y cuántos más los irán siguiendo en su ceguera, complicidad y egoísmo.
La Semana santa nos despierta a la realidad, pero preferimos la cobardía de los apóstoles, la traición de Pedro y la soberbia de Poncio Pilato: ‘¿Qué es la verdad?’, sin querer escuchar la respuesta de Jesús: “He venido por la verdad”. La verdad de Jesús fue hacerse hombre pobre con los pobres, profeta itinerante, Mesías del Reino, dedicándose a construir el Reino con los pobres y desde ellos, hasta las últimas consecuencias. Esa fue la lucha de Jesús: por la vida y la fraternidad. Por eso lo asesinaron como vil delincuente que ‘alborotaba a las gentes’, desestabilizaba los poderes: el religioso de los judíos y el militar de los romanos. Hoy, ¿dónde nos ubicamos? ¿con quienes nos identificamos? ¿a quiénes defendemos consciente e inconscientemente? También hay que decir ¡cuántos siguen hoy el camino de Jesús y son perseguidos y asesinados como él! Y nosotros, los cristianos en particular, ¿con quienes nos  cuánto complicidad nuestra con ellos?
Despertemos, levantémonos, luchemos tal como nos invitó Ricardo Patiño el año pasado a ‘luchar combativa, pacífica y colectivamente’, tal como consta en la Constitución y el Evangelio: “¡Sólo los valientes conquistan el Reino de Dios!”. Eso es ‘resurrección’, o sea, triunfo de las luchas por la vida y la fraternidad.