sábado, 4 de abril de 2015

Mis artículos de marzo en el Telégrafo



Guayaquil, sábado santo 4 de abril.

Estimadas/os amigas/os y compañeras/os de camino, buenos días.
Esperando que estén bien.

Aportando mis ‘granitos de arena’ para terminar bien la Semana Santa.

1. He aquí mis ARTÍCULOS DE MARZO en el Telégrafo.
-        El decenio afrodescendiente… para apreciar mejor a los Negros.
-        ¿Hay vida antes de la muerte?... Respuesta: ‘¡Muchas veces: no!”.
-        Ecuador disperso y dividido… por los individualismos y los intereses particulares.
-        Ser adulto es ser crítico activo… y no borrego pasivo.
-        Semana mayor y política… porque ha Jesús lo mataron por agitador público.

2. Suplemento, en Archivos.
Estamos al final de la Semana santa: Les ofrezco una profundización sobre el sentido de estos días ‘mayores’.
SEMANA SANTA: Dios saca vida hasta de la muerte.
̵          Domingo de Ramos: La fiesta de los Excluidos.
̵          Jueves Santo: Nuestro servicio es organizar el compartir.
̵          Viernes Santo: La máxima crueldad por la máxima solidaridad.
̵          Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección: La resurrección es ahora.
Conclusión: Un mundo más justo, eso es el Reino.

3. NUEVA ENTRADA DE DOCUMENTOS en mi blog
He aquí la dirección de mi blog http://padrepedropierre.blogspot.com
Los nuevos documentos son los siguientes:
-        Página principal: Monseñor Helder Cámara, pronto beatificado.
-        Jesús: Estar en el Movimiento de Jesús: Serie de temas para reuniones, PR.
-        Français: Le « Pacte des catacombes » par une 40aine d’évêques (latino-américains) en… 1965.
-        Pastoral: Temas de formación para jóvenes, Entrega 1 Paso a paso, PR.
-        Fe y política: Mis artículos de marzo en El Telégrafo.
-        Iglesia: Análisis de los 2 años del papa Francisco, José Arregui.
-        CEBs: Identidad de las CEBs, Teo Trevisan y José Marins.
-        Espiritualidad: Sentido de la Semana Santa, PR.
-        Biblia: Mujeres en la Biblia, Yolanda Chávez.
-        Actualidad: San Romero de las Américas, Adolfo Pérez Esquivel.

¡Buena lectura!

Fraternalmente.
Pedro.

-------------------------------
1.   EL DECENIO AFRODESCENDIENTE, Pedro Pierre

No son noticias los negros, menos cuando se trata de delincuencia, de futbol y de música. Para corregir y ensanchar esta realidad, el 10 de diciembre del año pasado en Nueva York, la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) lanzó el Decenio Internacional de los Afrodescendientes. Para el efecto, un grupo de trabajo había sido creado en 2001 en África del Sur, con ocasión de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación racial y las Formas Conexas de Intolerancia. Se nos cuenta que fueron 14 años de una larga lucha de discusiones y negociaciones.
De hecho como lo denunciaba el líder negro Martín Luther King, asesinado en Estados Unidos hace más de 50 años, “las cadenas de la discriminación racial continúan  tristemente menoscabando a hombres, mujeres y niños”. “Queremos, dice otro líder negro, Frantz Fanon, andar todo el tiempo, día y noche, en compañía humana de todos los hombres”, porque lastimosamente el sistema capitalista mantiene vivas, por una parte, la colonización del poder y del conocimiento y, por otra, la jerarquía de las razas con la supuesta superioridad de la cultura occidental.
Con la Declaración de este Decenio de los Afrodescendientes, se ha propuesto la puesta en marcha en todos los países de un programa de acción para los 10 años venideros. Los principales ejes de este programo son: “Reconocimiento, Justica y Desarrollo”. A partir de ellos se busca 3 objetivos: primero, fortalecer “los derechos y las libertades de los Afrodescendientes tales como se los reconoce en la declaración universal de los derechos humanos”; “promover un mayor conocimiento de la herencia y de la cultura de los Afrodescendientes”; y tercero, “aprobar y fortalecer marcos jurídicos nacionales e internacionales para la eliminación de todas las formas de discriminación racial”.
Felizmente la constitución del Ecuador reconoce que somos un país multicultural y plurinacional y otorga a sus 5 nacionalidades derechos colectivos a una educación propia y a un territorio. Se ha avanzado en lo cultural pero bien poco en las autonomías. Desde 2010 existe un “Plan Plurinacional contra el Racismo y la Discriminación”. En 2012 se realizó en Guayaquil el “Primer Congreso Afroecuatoriano” que elaboró una plataforma policía que se asemeja mucho al programa del Decenio Afrodescendientes de la ONU.
Así que tenemos mucha literatura y muchas declaraciones para avanzar en la valoración y el protagonismo del pueblo negro del Ecuador. La labor comienza por cada uno de nosotras y nosotros tomando conciencia que nuestro mismo lenguaje es discriminatorio. Eliminemos expresiones como “día negro, mano negra, oveja negra, futuro negro…” y cuántas más. Este decenio es un desafío para enriquecernos en cultura y humanidad para una mayor dignidad nuestra y de todas y todos. El Pueblo negro tiene mucho que aportarnos, ya que todas las razas de la tierra nacimos en África. Por otra parte, sabemos, como lo proclama una conocida canción, “de qué color es la piel de Dios: blanca, negra, roja y amarilla es”.


2.   ¿HAY VIDA ANTES DE LA MUERTE?, Pedro Pierre

Nos preocupamos mucho de la vida después de la muerte… y ahora todavía más ya que los mismos papas nos avisan que hay que pensar de otra manera tanto el limbo y el purgatorio como el cielo y el infierno. se nos dijo que el limbo y el purgatorio eran construcciones teológicas, es decir explicaciones para darnos chance para llegar al cielo. El papa Juan Pablo 2° nos orientaba diciendo que había que pensar el cielo no como un lugar físico sino un estar con Dios… que comienza en esta vida. Recién el papa Francisco nos advierte que ‘la Iglesia no está para condenar a nadie para siempre’ ya que Jesús ha “venido no para condenar sino para salvar” y que “la vida eterna es conocer a Dios”.
Los cristianos nos hemos quedado con el cielo arriba y el infierno abajo. Nos hemos quedado en creer que la creación ha tenido lugar tal como lo cuentan los primeros capítulos de la Biblia. Nos hemos quedado también -creo que cada vez menos- con el Reino después de este mundo. Nos hemos quedado… muertos en vida. Para Jesús el problema no era tanto la vida después de la muerte sino ¡la vida antes de la muerte!
Los niños y los jóvenes de hoy no creen estas cosas de un Dios que interviene cuando se lo pedimos con gritos, sacrificios y dinero, ni al cielo y al infierno en otro mundo, como tampoco un Reino perfecto que nos espera no se sabe dónde. Las nuevas generaciones están preocupadas por la vida hoy, ‘la vida antes de la muerte’. Porque para muchos de ellos “no hay vida antes de la muerte”: no encuentran empleo y si encuentran es 3 meses por aquí, 3 meses por allá y se les paga una miseria… y ni hablar de seguro o de sólo 8 horas de trabajo diario. La esclavitud continúa bajo otros parámetros para millones de jóvenes en su propio país. Cuando deciden emigrar a países de la libertad, de la cultura, del desarrollo, de la vida fácil -algo como el cielo en la tierra-, encuentran en Estados Unidos y Europa… el infierno real. Pronto son ‘ilegales’ por millones: ¡a lo menos 12 millones en Estados Unidos! Y otro tanto en Europa. La explotación y el racismo: ni hablar. Las pintas en las paredes nos lo recuerdan: ¡Qué perra vida la mía!
Entonces la tentación de la droga se hace latente para olvidar la realidad y encontrar paraísos artificiales que dejan peores, destruidos, errantes sin rumbo, zombis en las calles de día y de noche. Y ¿quién vende la droga? El vecino del barrio y hasta el mismo padre de familia que lleva su pequeño a la escuela. Sí, vale la pregunta: ¿Hay vida antes de la muerte?
Nosotros los cristianos, ¿qué sentido damos a la vida? ¿qué testimonio damos de una vida feliz? ¿qué llamamos felicidad sin postergarla para después de la muerte? Jesús vino -el mismo lo dijo- para “darnos vida y vida en abundancia” en esta nuestra vida. Tal vez si nos preocupamos de la vida antes de la muerte, ‘la vida en abundancia’ para uno mismo y para los demás, no estaremos angustiados en preguntarnos cómo será la vida después de la muerte porque la vida es eterna.


3.   ECUADOR DISPERSO Y DIVIDIDO, Pedro Pierre

Discernir, siempre es el gran desafío. Los acontecimientos se suceden tan rápido que es difícil relacionarles los unos a los otros. Se nota un despertar grande al nivel de organización popular, pero las alianzas van en todas las direcciones. Al nivel internacional les grandes agencias de noticias nos mienten. Se nos dice que ya no vale la diferencia ‘izquierda – derecha’: es cierto que varios de izquierda son muy de derecha, pero la derecha queda bien de derecha. La corrupción carcome a los más definidos como PetroBras(il). Cada gobernante nos propone la solución de los problemas. “Lo mejor está por venir” nos dicen los de siempre.
En la Iglesia católica la renuncia del papa Benedicto evitó el colapso de una institución que no soportaba más los escándalos pedófilos y financieros. Frente a las dudas para la elección de un nueva papa se nos decía que el Espíritu de Dios guiaba a los cardenales. Los cardenales y el Espíritu Santo, después de varias semanas de retiro y en unas breves votaciones, eligieron al papa Francisco para poner orden en la casa grande y orientar a la Iglesia según la práctica de Jesús y las orientaciones del Concilio Vaticano 2°, máxima autoridad en la Iglesia. Difícilmente el papa Francisco puede estar más claro en palabras, escritos y gestos… pero poco se siente en las diócesis el efecto de sus orientaciones. Los obispos no habían sido elegidos para ser “pastores con olor a ovejas” ni los sacerdotes formados en los seminarios según las grandes intuiciones y novedades del Concilio: “una Iglesia pobre para los pobres”. La mayoría de los católicos prefieren una religiosidad que les conforte en obtener milagros que no llegan para salir individualmente de sus problemas materiales. ¿Se habrá equivocado el Espíritu Santo?
¿Por dónde encontrar criterios que nos ayuden a optar, por una parte en lo socio-político-económico, por un cambio que nos saque de la pobreza y del individualismo y, por otra parte en lo religioso-eclesial, por un cambio que nos haga volver a la práctica de Jesús y de las primeras comunidades cristianas?
Me atrevo a presentar una sola propuesta tanto para lo socio-político-económico como para lo religioso eclesial: la opción por los pobres. En nuestros tiempos todos nos dicen que van a suprimir la pobreza, desde el papa hasta el dirigente barrial, desde la ONU (Organización de las Naciones Unidas), el FMI (Fondo Monetario Internacional), la OMC (Organización Mundial del Comercio) y el BM (Banco Mundial) hasta el gobierno… Y los periódicos cada año nos informan que los multimillonarios han aumentado en número y en cantidad de miles de millones…
Las cosas cambiarán cuando, por una parte, los pobres tomarán conciencia que son ellos que tienen que organizar el compartir (económico), la participación (política) y la expresión (cultural) sin que otros repartan para ellos, decidan por ellos y hablen en nombre de ellos. Todavía falta mucho que caminar, pero si nos metemos en este camino estaremos más cerca lograrlo esta civilización de la solidaridad…


4.   SER ADULTO ES SER CRÍTICO ACTIVO, Pedro Pierre

Pasamos a ser adultos cuando, entre otras cosas, empezamos a ser críticos. Ser críticos es comenzar a tener criterios propios, sin depender exclusivamente de lo que dicen los padres, las autoridades, la educación, los medios de comunicación ni la religión. Estos espacios nos dan elementos para establecer nuestros propios criterios. Así nos orientamos en la vida no a partir de lo que otros dicen o hacen, sino a partir de nuestros propios pensamientos y nuestras propias decisiones. De esta manera salimos del infantilismo, del borreguismo y de la ignorancia.
En Ecuador, durante estos últimos 8 años, grandes cambios han permitido salir del pensamiento único y de la explotación salvaje que imponían las personas y las instituciones tradicionales de derecha. La cuestión es que con todo esto no llegamos a beneficiarnos tal como lo deseamos de lo que nos hizo soñar la Revolución ciudadana. El presidente goza de un gran respaldo popular por todos los cambios que se han realizado. Las últimas manifestaciones nos alertan de que nuevos cambios se deben conseguir. Las elecciones del año pasado ya nos hacían vislumbrar una insatisfacción en las grandes ciudades del país con Quito, Guayaquil y Cuenca. Las manifestaciones de la semana pasada tuvieron un alcance nacional. Una cierta insatisfacción se ha generalizado.
Muchos nos preguntamos qué hacer para profundizar las opciones de la Revolución ciudadana, ayudar a corregir los errores gubernamentales, fortalecer la lucha contra las aspiraciones de la derecha tradicionalista, denunciar las estructuras capitalistas que rigen los destinos del país, formarnos intelectual y políticamente.
Un país se construye con el aporte de todos los ciudadanos, los que están de acuerdo, los que están en la oposición y la gran masa que sigue sin ninguna consciencia crítica a quiénes le permiten tener un mejor nivel de vida. En los años ’80, la conferencia episcopal de Brasil escribió un documento que tuvo cierto impacto: decía que es deber de todo gobierno ayudar a la gente a organizarse y formarse críticamente. Parece que en Ecuador no lo hemos logrado todavía.
A los cristianos y a las instituciones cristinas, nos toca aportar una parte significativa para ayudar a los católicos en general y a los ciudadanos que frecuentan sus centros educativos a pensar y decidir críticamente de sus opciones y de sus maneras de vivir en particular las que se relacionan con el bien común o la política en el sentido de organizar la convivencia nacional de manera que haya más justicia, más equidad, más solidaridad.
El papa Francisco acaba de decir que la política es el gran servicio que tienen que aportar los cristianos. Ser adultos es ser críticos; pero no se puede ser críticos sin aportar nuestra parte a todo lo que reconocemos como errores o como falencia en la dirigencia de nuestro país, porque si no, hacemos el juego de la derecha. Así que a pensar críticamente y a actuar organizativamente por un Ecuador más socialista.


5.   SEMANA  MAYOR  Y  POLÍTICA,  Pedro  Pierre.

Con ocasión de la Semana santa todavía escuchamos esta contradicción horrorosa de que fue el padre Dios que envió su hijo a la muerte de la cruz para salvarnos del pecado. Toda persona con buen sentido nunca va a creer semejante aberración: alguien que ama no puede desear la muerte del ser amado y menos aun cuando esta muerte fuera acompañada de torturas y sufrimientos de los más inhumanos. Dios sólo sabe y puede amar.
Esta presentación no responde a lo que escriben los autores de los evangelios que dan varios motivos a la condena a muerte de Jesús. Los evangelistas presentan dos clases de motivos: unos religiosos y otros socio-políticos. Estos últimos son varios si le prestamos atención: “Se hace pasar por rey; es un agitador de la gente; no quiere pagar el impuesto al César; es un malhechor y no es el amigo del César”.
Nos hemos olvidado que Jesús no vino a traernos unas definiciones de Dios, ni nos explica un programa religioso exhaustivo, ni nos presenta una serie de reglas morales, ni dio orientaciones de cómo deberían ser las instituciones eclesiales ni cómo había que organizar grandes liturgias… Jesús vino para que la vida sea más humana y más digna, es decir, más fraterna, justa, solidaria, equitativa e igualitaria. San Pablo nos dice que esto es el culto que quiere Dios. Muchos, ayer como hoy, no quieren una vida así para todos: para ellos sí, pero para los demás no. En tiempos de Jesús las autoridades religiosas -judías- y las cívico-militares -romanas- no querían que se tocara una situación que les beneficiaba grandemente. Los líderes religiosos judíos utilizaban la religión para sus beneficios personales pactando con los romanos el sometimiento de la gran mayoría de la población.
Jesús quería que la conversión a Dios tuviera una dimensión social. El Reino que inauguraba no sólo se refería a Dios, sino que sobre todo buscaba la fraternidad. “Mi mandamiento es este: Se amarán unos a otros como yo los he amado”. Esto quiere decir que en el amor mutuo está el amor a Dios. Por lo mismo todo lo que contradice el amor entre seres humanos contradice la voluntad de Dios. Jesús denunciaba la organización social basada en la esclavitud, la organización económica basada en descarados impuestos, la organización política basada de represión: contradecían el Reino que venía a hacer realidad. Para las autoridades era un “agitador” público tenía que ser desaparecido y de lo más rápido…
La próxima beatificación de monseñor Oscar Romero nos vuelve a recordar que los gestores de las dictaduras y de los imperios no admiten voz que los critique y contradiga. Y ¡cuántas veces en la historia se ha repetido la falsedad del significado de la muerte de Jesús para para justificar la injustificable!
En sus intervenciones y en su Exhortación pastoral de noviembre de 2013, el papa Francisco es de los más claro: “No a una economía de la exclusión… No a la nueva idolatría del dinero… No a un dinero que gobierna en vez de servir… No a la inequidad que genera violencia…”. El camino está abierto: “¡Felices los que lo seguimos!”.