martes, 10 de julio de 2012

Realidad nacional e internacional


 ARTÍCULOS  DE  JUNIO  EN  EL  TELÉGRAFO

Ecuador, julio 1º de 2012.



1.  SIRIA: OTRA VERDAD, Pedro Pierre

¿Será verdad todo lo que nos cuentan sobre Siria? Un amigo sirio me dijo que está pasando lo mismo que para Irak, Afganistán y Libia. En Irak, Estados Unidos justificó su invasión por las armas nucleares que supuestamente había en ese país; luego se averiguó no había dichas armas; hoy quedan los miles de muertos, la destrucción del país y las oposiciones tal vez más mortíferas que en tiempos de Sadam Hussein. En Afganistán, después de haber sido amigos el señor George Bush padre y Ben Laden, pasaron a ser enemigos por el control del gas afgano y vino la invasión, la persecución y a los 10 años el asesinato de Ben Laden. En Libia, de buen amigo de los gobiernos europeos, Kadhafi pasó a ser el enemigo que había que destruir a toda costa; Estados Unidos y Europa se valieron de una decisión de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) de impedir los bombardeos de Kadhafi a los rebeldes financiados por ellos mismos, para vender armas, destruir ciudades y matar más gentes que Kadhafi. Estos 3 personajes fueron vilmente asesinados y no tuvieron ni la suerte de ser juzgados como los nazis responsables de 6 millones de muertos en los campos de concentraciones…

Hoy son las mismas agencias que nos informan, es decir nos mienten. Hoy son los mismos gobiernos que inventan masacres y violaciones de derechos humanos para justificar la salida de Bachar el Assad para mantener su dominación sobre el petróleo del Medio Oriente. Por estas razones Rusia y China se oponen a una nueva intervención en Siria de la OTAN (Organización del Tratado militar del Atlántico Norte) dirigida por el Pentágono, o sea el ministerio de defensa norteamericano.

Es cierto que las monarquías de la región son dictaduras y que tienen que darse evoluciones y revoluciones. En América Latina hemos vivido estas situaciones. Pero lo vemos en Túnez y Egipto: sus revoluciones son ahogadas cuando no corresponden a los intereses financieros y hegemónicos de Estados Unidos y de Europa.

Busquemos informaciones alternativas no controladas por los complejos militaro-industriales de Estados Unidos y Europa. Preguntemos a amigos sirios para escuchar otra verdad más cerca de la realidad.

El mismo Jesús nos advertía cuando denunciaba la perversidad de los imperios de turno llamándoles peyorativamente “el mundo”: “El mundo los odiará porque no son del mundo… También los perseguirán a ustedes… (Porque) les he hablado… ahora están en pecado y no se pueden disculpar… Padre, no les saques del mundo, más protégeles del Malo”.



  1. APRENDER A SER HUMANO, Pedro Pierre

Las fiestas cívicas y religiosas de estas semanas giran en torno a la familia: día de la madre, del niño, del padre, de la familia, de la Trinidad, de los Corazones de Jesús y María. Nos invitan a repensar la importancia de la familia que, en estos tiempos, está sufriendo fuertes tempestades.

En los últimos decenios, muchas cosas en cambiado con relación a la familia: la valoración del cuerpo y de la sexualidad, la dignidad y el rol de la mujer, la contracepción generalizada, las separaciones y los divorcios, las madres abandonadas… La inestabilidad de las familias repercuta en la inestabilidad de los hijos. Por otra parte el comercio ha acaparado estas fiestas que se reducen muchas veces a regalos, comidas y borracheras. Con diferentes escándalos, la Iglesia tiene cada vez menos autoridad moral para proponer opciones de fidelidad, responsabilidad, fe viva y dimensión religiosa de toda la vida.

Todo esto nos obliga a ir a lo esencial: la vida es primera y es ella que hay que promover y defender. La familia es uno de los espacios privilegiados donde se cultiva la vida. La familia es la cuna de la vida en general: la vida personal, la vida familia, la vida social. El mundo de los pobres ha sabido siempre conservar un fuerte sentido de la familia porque es el lugar que permite enfrentar las grandes dificultades de la vida: salud, desempleo, crisis conyugales, hijos abandonados…

La familia es el sueño del amor compartido y del pan repartido. Si lo olvidamos, vamos a pagar caras las consecuencias. Hoy en la familia los roles han cambiado y son distintos, pero su importancia queda. Cultivemos en nuestras familias la dignidad de cada persona, la responsabilidad que nos toca a cada una u cada uno, la repartición de las tareas, la escucha y el diálogo, la preocupación por los demás, la solidaridad con los que más necesitan, el descubrimiento y la celebración de la presencia de Dios…

Jesús eligió una familia humana para nacer, crecer, hacerse hombre hecho y derecho. Tenía familias donde hospedarse. Nos invitó a conformarnos en comunidades de familias solidarias. Soñó con formar con la humanidad la gran familia de Dios: es la utopía del Reino. Todo esto no es más que aprender a ser más humano, individual y colectivamente, es decir desarrollar todas nuestras capacidades dormidas. El reto queda pendiente y nos toca a nosotras y nosotros, desde nuestras familias respectivas, hacer cada día un poquito más realidad. Más felicidad será el resultado de este crecimiento alcanzado.



  1. CARTA A UN PADRE, EN SU DÍA, Pedro Pierre

En el día del Padre, unos lo pasaron bien porque hubo una linda reunión familiar, compartiendo entre todos en el diálogo y el amor; esmerándose todos en hacer de ese día un momento privilegiado para pasarlo bien juntos. Otros lo han pasado mal porque ni conocen a su padre, o porque viven en la calle, o porque su padre está lejos, o porque ese día se volvió a emborrachar, o porque se olvidó de dar un abrazo a sus hijos, o porque está en la cárcel o gravemente enfermo.

Siempre nuevas oportunidades nos da la vida para volver a lo esencial: eso es lo que nos quiere recordar el día del padre, lejos de la comercialización en la se nos que quiere hacer entrar a toda costa. ¿Qué es lo que puede sustituir el amor de un padre? Nada. Hoy más que nunca, los papás, como las mamás, tienen que ser amigos de sus hijos y caminar juntos, para enfrentar juntos las dificultades de la familia, de la casa, de la escuela, del trabajo, de la fe y de la vida en general. ¡Suerte en ese camino arduo y lleno de grandes satisfacciones!

“Querido papá, ¡feliz día! Esperando que estés bien y que vamos a pasar juntos un día muy agradable.

¡Feliz día, papá! Y recuerda que si no juegas ahora conmigo, mañana cuando lo quieras hacer ya habré crecido. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

¡Feliz día, papá! Y recuerda que lo que aprenda contigo lo recordaré toda mi vida. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

¡Feliz día, papá, y recuerda que me gusta que me hagas caso en las decisiones familiares. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

¡Feliz día, papá! Y recuerda que me hace muy feliz que no tomes y que no maltrates a mi mamá. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

¡Feliz día, papá! Y recuerda que me gusta que me ayudes en mis tareas y que apoyes mis ideas. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

¡Feliz día papá! Y recuerda que me hace bien cuando eres cariñoso con mi mamá y le das besos amorosos. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

¡Feliz día, papá! Y recuerda que se te ve grande lavando los platos y limpiando la casa con mi mamá. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

¡Feliz día, papá! Y recuerda que tus abrazos y tus felicitaciones me hacen más fuerte y alegre. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

¡Feliz día, papá! Y recuerda que prefiero tu cariño mucho más que tu dinero. ¡Papá, te necesito como mi mejor amigo!

Recuerda, papá, que te quiero, porque eres mi mejor amigo.

Te agradezco, Padre y Madre de todos, por haberme dado un padre amigo”.



  1. ATROPELLO BIS, Pedro Pierre

Ya ocurrió en Honduras. Ahora es en Paraguay. El imperio en complicidad con la derecha nacional y grandes empresas transnacionales ha logrado sacar al presidente Fernando Lugo del gobierno de su país. Así el camino de dignidad y soberanía emprendido por América Latina se ve atropellado una vez más. ¡Qué rapidez para lograrlo! No hizo falta muchas pruebas, no hubo defensa en regla ni diálogo nacional, pero sí una votación milagrosa de los asambleístas para terminar con un proceso favorable a los sectores populares. Así éstos no tuvieron tiempo de organizarse y protestar. La mayoría de los países latinoamericanos han condenado esta situación y varios han retirado sus embajadores. Curiosamente el primer estado en reconocer el nuevo gobierno fue el Vaticano y luego Alemania y España. ¡Cómo no sentir tristeza, rabia y dolor!

Fernando, creo que nos encontramos en alguna reunión cuando estabas trabajando en Ecuador. Te manifiesto mi solidaridad y mi admiración. Perdiste la batalla en la cancha de los lobos feroces. Has demostrado que los cristianos no podemos encerrarnos en las iglesias y sacristías ni desinteresarnos de los millones de Cristos crucificados por un sistema desalmado.

Las autoridades romanas en complicidad con las autoridades religiosas no le perdonaron a Jesús de alzar la voz en favor de los atropellados y querer construir a partir de ellos el Reino de Dios. El mismo san Pablo lo escribe claramente a los cristianos de Éfeso: “Lleven con ustedes todas las armas de Dios para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras”.

Fernando, estamos en una lucha encarnizada con enemigos declarados que usan todas las armas a su disposición en una guerra sin cuartel donde no hay ley ni ética y donde los sufrimientos y los muertos son daños colaterales secundarios. Gracias, Fernando, por dejarnos huellas claras de por donde hay que caminar para aportar nuestro granito de arena contra este mundo financiero letal, contra el mercado arrasador de las personas y la naturaleza, contra el teatro televisivo hipócrita y mentiroso que programa lavado de cabezas a millones de personas aturdidas por las ilusiones y las falsedades.

Sepamos anticipar para nuestro propio país las maniobras internacionales desestabilizadoras y no hagamos el juego de una derecha empedernida que busca la ocasión favorable para recuperar los espacios perdidos.