Guayaquil,
sábado santo 4 de abril.
Estimadas/os amigas/os y compañeras/os de camino, buenos
días.
Esperando que estén bien.
Aportando mis
‘granitos de arena’ para terminar bien la Semana Santa.
1. He aquí mis
ARTÍCULOS DE MARZO en el Telégrafo.
-
El decenio afrodescendiente… para apreciar mejor
a los Negros.
-
¿Hay vida antes de la muerte?... Respuesta:
‘¡Muchas veces: no!”.
-
Ecuador disperso y dividido… por los
individualismos y los intereses particulares.
-
Ser adulto es ser crítico activo… y no borrego pasivo.
-
Semana mayor y política… porque ha Jesús lo
mataron por agitador público.
2. Suplemento, en
Archivos.
Estamos al final de la Semana santa: Les ofrezco una
profundización sobre el sentido de estos días ‘mayores’.
SEMANA SANTA: Dios saca vida
hasta de la muerte.
̵
Domingo de Ramos: La fiesta de los Excluidos.
̵
Jueves
Santo: Nuestro servicio es organizar el compartir.
̵
Viernes Santo: La máxima crueldad por la máxima solidaridad.
̵
Sábado
de Gloria y Domingo de Resurrección: La resurrección es
ahora.
Conclusión: Un mundo más justo, eso es el Reino.
3. NUEVA ENTRADA
DE DOCUMENTOS en mi blog
He aquí la dirección de mi blog http://padrepedropierre.blogspot.com
Los nuevos documentos son los
siguientes:
-
Página principal: Monseñor Helder Cámara, pronto
beatificado.
-
Jesús:
Estar en el Movimiento de Jesús: Serie de temas para reuniones, PR.
-
Français: Le « Pacte des catacombes » par une
40aine d’évêques (latino-américains) en… 1965.
-
Pastoral:
Temas de formación para jóvenes, Entrega 1 Paso a paso, PR.
-
Fe y
política: Mis artículos de marzo en El Telégrafo.
-
Iglesia:
Análisis de los 2 años del papa Francisco, José Arregui.
-
CEBs:
Identidad de las CEBs, Teo Trevisan y José Marins.
-
Espiritualidad:
Sentido de la Semana Santa, PR.
-
Biblia:
Mujeres en la Biblia, Yolanda Chávez.
-
Actualidad:
San Romero de las Américas, Adolfo Pérez Esquivel.
¡Buena lectura!
Fraternalmente.
Pedro.
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1. EL
DECENIO AFRODESCENDIENTE, Pedro Pierre
No son noticias los negros,
menos cuando se trata de delincuencia, de futbol y de música. Para corregir y
ensanchar esta realidad, el 10 de diciembre del año pasado en Nueva York, la
Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) lanzó el
Decenio Internacional de los Afrodescendientes. Para el efecto, un grupo de
trabajo había sido creado en 2001 en África del Sur, con ocasión de la
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación racial y las Formas
Conexas de Intolerancia. Se nos cuenta que fueron 14 años de una larga lucha de
discusiones y negociaciones.
De hecho como lo denunciaba el
líder negro Martín Luther King, asesinado en Estados Unidos hace más de 50
años, “las cadenas de la discriminación racial continúan tristemente menoscabando a hombres, mujeres y
niños”. “Queremos, dice otro líder negro, Frantz Fanon, andar todo el tiempo,
día y noche, en compañía humana de todos los hombres”, porque lastimosamente el
sistema capitalista mantiene vivas, por una parte, la colonización del poder y del
conocimiento y, por otra, la jerarquía de las razas con la supuesta
superioridad de la cultura occidental.
Con la Declaración de este
Decenio de los Afrodescendientes, se ha propuesto la puesta en marcha en todos
los países de un programa de acción para los 10 años venideros. Los principales
ejes de este programo son: “Reconocimiento, Justica y Desarrollo”. A partir de
ellos se busca 3 objetivos: primero, fortalecer “los derechos y las libertades
de los Afrodescendientes tales como se los reconoce en la declaración universal
de los derechos humanos”; “promover un mayor conocimiento de la herencia y de
la cultura de los Afrodescendientes”; y tercero, “aprobar y fortalecer marcos
jurídicos nacionales e internacionales para la eliminación de todas las formas de
discriminación racial”.
Felizmente la constitución del
Ecuador reconoce que somos un país multicultural y plurinacional y otorga a sus
5 nacionalidades derechos colectivos a una educación propia y a un territorio.
Se ha avanzado en lo cultural pero bien poco en las autonomías. Desde 2010
existe un “Plan Plurinacional contra el Racismo y la Discriminación”. En 2012
se realizó en Guayaquil el “Primer Congreso Afroecuatoriano” que elaboró una
plataforma policía que se asemeja mucho al programa del Decenio Afrodescendientes
de la ONU.
Así que tenemos mucha
literatura y muchas declaraciones para avanzar en la valoración y el protagonismo
del pueblo negro del Ecuador. La labor comienza por cada uno de nosotras y
nosotros tomando conciencia que nuestro mismo lenguaje es discriminatorio.
Eliminemos expresiones como “día negro, mano negra, oveja negra, futuro negro…”
y cuántas más. Este decenio es un desafío para enriquecernos en cultura y
humanidad para una mayor dignidad nuestra y de todas y todos. El Pueblo negro
tiene mucho que aportarnos, ya que todas las razas de la tierra nacimos en
África. Por otra parte, sabemos, como lo proclama una conocida canción, “de qué
color es la piel de Dios: blanca, negra, roja y amarilla es”.
2. ¿HAY
VIDA ANTES DE LA MUERTE?, Pedro Pierre
Nos preocupamos mucho de la
vida después de la muerte… y ahora todavía más ya que los mismos papas nos
avisan que hay que pensar de otra manera tanto el limbo y el purgatorio como el
cielo y el infierno. se nos dijo que el limbo y el purgatorio eran
construcciones teológicas, es decir explicaciones para darnos chance para
llegar al cielo. El papa Juan Pablo 2° nos orientaba diciendo que había que
pensar el cielo no como un lugar físico sino un estar con Dios… que comienza en
esta vida. Recién el papa Francisco nos advierte que ‘la Iglesia no está para
condenar a nadie para siempre’ ya que Jesús ha “venido no para condenar sino
para salvar” y que “la vida eterna es conocer a Dios”.
Los cristianos nos hemos
quedado con el cielo arriba y el infierno abajo. Nos hemos quedado en creer que
la creación ha tenido lugar tal como lo cuentan los primeros capítulos de la
Biblia. Nos hemos quedado también -creo que cada vez menos- con el Reino
después de este mundo. Nos hemos quedado… muertos en vida. Para Jesús el
problema no era tanto la vida después de la muerte sino ¡la vida antes de la
muerte!
Los niños y los jóvenes de hoy
no creen estas cosas de un Dios que interviene cuando se lo pedimos con gritos,
sacrificios y dinero, ni al cielo y al infierno en otro mundo, como tampoco un
Reino perfecto que nos espera no se sabe dónde. Las nuevas generaciones están
preocupadas por la vida hoy, ‘la vida antes de la muerte’. Porque para muchos
de ellos “no hay vida antes de la muerte”: no encuentran empleo y si encuentran
es 3 meses por aquí, 3 meses por allá y se les paga una miseria… y ni hablar de
seguro o de sólo 8 horas de trabajo diario. La esclavitud continúa bajo otros
parámetros para millones de jóvenes en su propio país. Cuando deciden emigrar a
países de la libertad, de la cultura, del desarrollo, de la vida fácil -algo
como el cielo en la tierra-, encuentran en Estados Unidos y Europa… el infierno
real. Pronto son ‘ilegales’ por millones: ¡a lo menos 12 millones en Estados
Unidos! Y otro tanto en Europa. La explotación y el racismo: ni hablar. Las
pintas en las paredes nos lo recuerdan: ¡Qué perra vida la mía!
Entonces la tentación de la
droga se hace latente para olvidar la realidad y encontrar paraísos
artificiales que dejan peores, destruidos, errantes sin rumbo, zombis en las
calles de día y de noche. Y ¿quién vende la droga? El vecino del barrio y hasta
el mismo padre de familia que lleva su pequeño a la escuela. Sí, vale la
pregunta: ¿Hay vida antes de la muerte?
Nosotros los cristianos, ¿qué
sentido damos a la vida? ¿qué testimonio damos de una vida feliz? ¿qué llamamos
felicidad sin postergarla para después de la muerte? Jesús vino -el mismo lo
dijo- para “darnos vida y vida en abundancia” en esta nuestra vida. Tal vez si
nos preocupamos de la vida antes de la muerte, ‘la vida en abundancia’ para uno
mismo y para los demás, no estaremos angustiados en preguntarnos cómo será la
vida después de la muerte porque la vida es eterna.
3. ECUADOR
DISPERSO Y DIVIDIDO, Pedro Pierre
Discernir, siempre es el gran
desafío. Los acontecimientos se suceden tan rápido que es difícil relacionarles
los unos a los otros. Se nota un despertar grande al nivel de organización
popular, pero las alianzas van en todas las direcciones. Al nivel internacional
les grandes agencias de noticias nos mienten. Se nos dice que ya no vale la
diferencia ‘izquierda – derecha’: es cierto que varios de izquierda son muy de
derecha, pero la derecha queda bien de derecha. La corrupción carcome a los más
definidos como PetroBras(il). Cada gobernante nos propone la solución de los
problemas. “Lo mejor está por venir” nos dicen los de siempre.
En la Iglesia católica la
renuncia del papa Benedicto evitó el colapso de una institución que no
soportaba más los escándalos pedófilos y financieros. Frente a las dudas para
la elección de un nueva papa se nos decía que el Espíritu de Dios guiaba a los
cardenales. Los cardenales y el Espíritu Santo, después de varias semanas de
retiro y en unas breves votaciones, eligieron al papa Francisco para poner
orden en la casa grande y orientar a la Iglesia según la práctica de Jesús y
las orientaciones del Concilio Vaticano 2°, máxima autoridad en la Iglesia.
Difícilmente el papa Francisco puede estar más claro en palabras, escritos y gestos…
pero poco se siente en las diócesis el efecto de sus orientaciones. Los obispos
no habían sido elegidos para ser “pastores con olor a ovejas” ni los sacerdotes
formados en los seminarios según las grandes intuiciones y novedades del
Concilio: “una Iglesia pobre para los pobres”. La mayoría de los católicos
prefieren una religiosidad que les conforte en obtener milagros que no llegan
para salir individualmente de sus problemas materiales. ¿Se habrá equivocado el
Espíritu Santo?
¿Por dónde encontrar criterios
que nos ayuden a optar, por una parte en lo socio-político-económico, por un
cambio que nos saque de la pobreza y del individualismo y, por otra parte en lo
religioso-eclesial, por un cambio que nos haga volver a la práctica de Jesús y
de las primeras comunidades cristianas?
Me atrevo a presentar una sola
propuesta tanto para lo socio-político-económico como para lo religioso
eclesial: la opción por los pobres. En nuestros tiempos todos nos dicen que van
a suprimir la pobreza, desde el papa hasta el dirigente barrial, desde la ONU
(Organización de las Naciones Unidas), el FMI (Fondo Monetario Internacional),
la OMC (Organización Mundial del Comercio) y el BM (Banco Mundial) hasta el
gobierno… Y los periódicos cada año nos informan que los multimillonarios han
aumentado en número y en cantidad de miles de millones…
Las cosas cambiarán cuando,
por una parte, los pobres tomarán conciencia que son ellos que tienen que
organizar el compartir (económico), la participación (política) y la expresión
(cultural) sin que otros repartan para ellos, decidan por ellos y hablen en
nombre de ellos. Todavía falta mucho que caminar, pero si nos metemos en este
camino estaremos más cerca lograrlo esta civilización de la solidaridad…
4. SER
ADULTO ES SER CRÍTICO ACTIVO, Pedro Pierre
Pasamos a ser adultos cuando,
entre otras cosas, empezamos a ser críticos. Ser críticos es comenzar a tener
criterios propios, sin depender exclusivamente de lo que dicen los padres, las
autoridades, la educación, los medios de comunicación ni la religión. Estos
espacios nos dan elementos para establecer nuestros propios criterios. Así nos
orientamos en la vida no a partir de lo que otros dicen o hacen, sino a partir
de nuestros propios pensamientos y nuestras propias decisiones. De esta manera
salimos del infantilismo, del borreguismo y de la ignorancia.
En Ecuador, durante estos
últimos 8 años, grandes cambios han permitido salir del pensamiento único y de
la explotación salvaje que imponían las personas y las instituciones
tradicionales de derecha. La cuestión es que con todo esto no llegamos a
beneficiarnos tal como lo deseamos de lo que nos hizo soñar la Revolución
ciudadana. El presidente goza de un gran respaldo popular por todos los cambios
que se han realizado. Las últimas manifestaciones nos alertan de que nuevos
cambios se deben conseguir. Las elecciones del año pasado ya nos hacían
vislumbrar una insatisfacción en las grandes ciudades del país con Quito,
Guayaquil y Cuenca. Las manifestaciones de la semana pasada tuvieron un alcance
nacional. Una cierta insatisfacción se ha generalizado.
Muchos nos preguntamos qué
hacer para profundizar las opciones de la Revolución ciudadana, ayudar a
corregir los errores gubernamentales, fortalecer la lucha contra las
aspiraciones de la derecha tradicionalista, denunciar las estructuras
capitalistas que rigen los destinos del país, formarnos intelectual y
políticamente.
Un país se construye con el
aporte de todos los ciudadanos, los que están de acuerdo, los que están en la
oposición y la gran masa que sigue sin ninguna consciencia crítica a quiénes le
permiten tener un mejor nivel de vida. En los años ’80, la conferencia
episcopal de Brasil escribió un documento que tuvo cierto impacto: decía que es
deber de todo gobierno ayudar a la gente a organizarse y formarse críticamente.
Parece que en Ecuador no lo hemos logrado todavía.
A los cristianos y a las
instituciones cristinas, nos toca aportar una parte significativa para ayudar a
los católicos en general y a los ciudadanos que frecuentan sus centros
educativos a pensar y decidir críticamente de sus opciones y de sus maneras de
vivir en particular las que se relacionan con el bien común o la política en el
sentido de organizar la convivencia nacional de manera que haya más justicia,
más equidad, más solidaridad.
El papa Francisco acaba de
decir que la política es el gran servicio que tienen que aportar los
cristianos. Ser adultos es ser críticos; pero no se puede ser críticos sin
aportar nuestra parte a todo lo que reconocemos como errores o como falencia en
la dirigencia de nuestro país, porque si no, hacemos el juego de la derecha.
Así que a pensar críticamente y a actuar organizativamente por un Ecuador más
socialista.
5. SEMANA MAYOR Y
POLÍTICA, Pedro
Pierre.
Con ocasión de la Semana santa
todavía escuchamos esta contradicción horrorosa de que fue el padre Dios que
envió su hijo a la muerte de la cruz para salvarnos del pecado. Toda persona
con buen sentido nunca va a creer semejante aberración: alguien que ama no
puede desear la muerte del ser amado y menos aun cuando esta muerte fuera
acompañada de torturas y sufrimientos de los más inhumanos. Dios sólo sabe y
puede amar.
Esta presentación no responde
a lo que escriben los autores de los evangelios que dan varios motivos a la
condena a muerte de Jesús. Los evangelistas presentan dos clases de motivos:
unos religiosos y otros socio-políticos. Estos últimos son varios si le
prestamos atención: “Se hace pasar por rey; es un agitador de la gente; no
quiere pagar el impuesto al César; es un malhechor y no es el amigo del César”.
Nos hemos olvidado que Jesús
no vino a traernos unas definiciones de Dios, ni nos explica un programa
religioso exhaustivo, ni nos presenta una serie de reglas morales, ni dio
orientaciones de cómo deberían ser las instituciones eclesiales ni cómo había
que organizar grandes liturgias… Jesús vino para que la vida sea más humana y
más digna, es decir, más fraterna, justa, solidaria, equitativa e igualitaria.
San Pablo nos dice que esto es el culto que quiere Dios. Muchos, ayer como hoy,
no quieren una vida así para todos: para ellos sí, pero para los demás no. En
tiempos de Jesús las autoridades religiosas -judías- y las cívico-militares
-romanas- no querían que se tocara una situación que les beneficiaba
grandemente. Los líderes religiosos judíos utilizaban la religión para sus
beneficios personales pactando con los romanos el sometimiento de la gran
mayoría de la población.
Jesús quería que la conversión
a Dios tuviera una dimensión social. El Reino que inauguraba no sólo se refería
a Dios, sino que sobre todo buscaba la fraternidad. “Mi mandamiento es este: Se
amarán unos a otros como yo los he amado”. Esto quiere decir que en el amor
mutuo está el amor a Dios. Por lo mismo todo lo que contradice el amor entre
seres humanos contradice la voluntad de Dios. Jesús denunciaba la organización
social basada en la esclavitud, la organización económica basada en descarados
impuestos, la organización política basada de represión: contradecían el Reino
que venía a hacer realidad. Para las autoridades era un “agitador” público
tenía que ser desaparecido y de lo más rápido…
La próxima beatificación de
monseñor Oscar Romero nos vuelve a recordar que los gestores de las dictaduras
y de los imperios no admiten voz que los critique y contradiga. Y ¡cuántas veces
en la historia se ha repetido la falsedad del significado de la muerte de Jesús
para para justificar la injustificable!
En sus intervenciones y en su
Exhortación pastoral de noviembre de 2013, el papa Francisco es de los más
claro: “No a una economía de la exclusión… No a la nueva idolatría del dinero…
No a un dinero que gobierna en vez de servir… No a la inequidad que genera
violencia…”. El camino está abierto: “¡Felices los que lo seguimos!”.
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