Estiomadas/os amigas/os y compañeras/os de camino: buenos días.
Esperando que estén bien.
Vivimos actualmente en Ecuador a la vez grandes cambios e impases en cuanto a la participación popular como protagonismo... ya que no hemos salido de las estructuras capitalistas.
El tema del poder popular es más de actualidad que nunca.
He aquí la memoria de un taller sobre este tema del Poder Popular, desafíos de nuestros grupos cristianos. Una meta a fortalecer a lo largo del año venidero.
Fraternalmente.
Pedro Pierre.
---------------------------------
P O D E R P O P U L A R
El poder está
en nuestras manos
juntadas
Tejedores de liberación. Latacunga, abril de 2014. PR.
“ ¡ No es el pan
que hace falta, sino la voluntad de compartirlo juntos ! ”.
CONTENIDO
-
Nuestras
prácticas locales y cotidianas
-
Nuestras
experiencias de poder popular
-
Nuestros espacios de poder popular
-
Conclusión
Anexos
-
El poder popular: 2 artículos de Pedro Pierre.
-
Aprender a ser
verdaderamente humanos, PR.
-
Avanzar hacia el socialismo latinoamericano del
siglo 21, PR.
-
Jesús transformó la realidad de su tiempo, PR.
AGENDA de la reunión
1. Revisar nuestras prácticas locales y cotidianas
2.
Poner en
común las realidades analizadas
3.
Refrigerio
4.
Esclarecer conceptos
y herramientas que nos permitan fortalecer lo que hacemos para seguir
construyendo el poder popular
5.
Consolidar la
comprensión del tema
6.
Identificar las características que debe tener el poder popular.
7.
Compromisos
y acuerdos
1ª
parte : REVISAR NUESTRAS PRÁCTICAS LOCALES Y COTIDIANAS.
Motivación
-
Todos tenemos poder. Una flor exista para exponer
su belleza y alegrarnos. Y nosotros, ¿para qué servimos?
-
El poder está en nuestras manos.
A. TODOS EJERCEMOS ALGÚN PODER, para bien o para
mal
-
El
poder de la rosa
Existir - Crecer
Ser bella
Dar aroma
Servir para regalo, perfume, decoración, salud…
-
Nuestro
poder
Existimos – Nos movemos
Hablamos – Oímos
Crecemos física, intelectual, afectiva, social,
espiritualmente…
Actuamos – Cambiamos
Nos unimos para actuar
B. TENEMOS MUCHO PODER
-
Ejemplo
de la gota de agua
Nace de la evaporación del agua del mar
Se mueve en las nubes
Se transforma en lluvia
Va al río
Termina en el mar…
Para retomar un nuevo ciclo.
La gota de agua sirve para fertilizar la tierra, saciar la sed,
purificar…
-
Nosotros
¿a qué servimos?
El mar representa la Vida, el Amor, Dios…
Como la gota de agua nacemos, servimos, morimos,
regresamos a la Vida
Además de la vida, tenemos el Amor, o sea la
(calidad de) relación con los demás.
Además tenemos una dimensión espiritual.
Servir la vida, la fraternidad, la espiritualidad…
Pero también podemos destruir todo esto.
-
Nuestra
misión, nuestra vocación es
Hacer
crecer:
§
La vida
§
La fraternidad
§
La armonía con la naturaleza
§
La comunión con Dios o el infinito de la Vida y del
Amor.
C. REFLEXIÓN CON ESTA LETRA DE UN CANTO:
o
“En
cosas que se mueren puse el corazón,
o
En
cosas que se mueren, me voy muriendo yo”.
Nos
hemos preguntado –revisión-examen de conciencia–: ¿a qué, a quién, para qué
servimos?
2ª
parte : NUESTRAS EXPERIENCIAS
DE PODRER POPULAR.
MOTIVACIÓN: El poder es a la vez
o
Individualista:
es poder para ayudar o para destruir
o
Colectivo:
es poder popular.
A. REUNIONES DE GRUPOS
Preguntas
1.
¿Cuáles son las actividades que realizamos como grupo de tejedores?
2.
¿Qué impactos
tienen estas actividades al nivel personal, de la familia, de la vecindad y más
allá?
B. PLENARIA
3ª parte :
N U E S T R O S E S P A
C I O S D E P O D E R.
A. LOS ESPACIOS QUE SE ENTRECRUCEN EN NUESTRA VIDA
Somos a la vez
individuo, colectividad - nación
INDIVIDUALMENTE, tenemos poder:
|
COLECTIVA
Y NACIONALMENTE,
tenemos
poder:
|
-
A nivel personal
-
En la familia
-
Con los vecinos
-
En la profesión
-
En la recreación
-
En la ciudad, la provincia
-
Con el país en general
|
En 4 niveles
1.
En lo económico
2.
En lo político
3.
En lo socio-cultural
4.
En los religioso
|
B. LA ORGANIZACIÓN SOCIAL QUE CONFORMAMOS
1. “El Árbol
del Reino o de la Vida” Génesis 1-2
En su carta encíclica de 1975 sobre ‘La evangelización
de los Pueblos’, el Papa Pablo 6º escribía: ‘El Reino es lo único absoluto’
(8). De hecho la Palabra ‘Reino’ es la más utilizada por Jesús, según los
Evangelios. Bien se puede definir a Jesús como ‘El Profeta del Reino’. Veamos a
partir de la creación cómo entender el proyecto de Dios, su sueño que es el
Reino.
Al hacer el
dibujo, se explica paso a paso el sentido de la creación a partir de Génesis 1
y 2.
- Dios está a la raíz y al origen de toda la creación.
- Al crear,
Dios comparte lo que es, o sea, vida,
amor y comunidad. Para él y a su imagen, la armonía es el eje y la meta de todo el universo.
- Dios creó
primero los 4 elementos, luego los vegetales y animales: eso es la NATURALEZA cuyo objetivo es, según
Dios, compartirlo todo para el
beneficio de todos. Todo esto va a ser el campo de la ECONOMÍA, o sea, la organización de las relaciones del ser
humano con la naturaleza, el compartir de todas las riquezas nacionales. En
esta parte, el pecado está en la acumulación.
Ver Éxodo 16,14; Mateo 20,1; Hechos 2, 42...
- Después,
Dios creó a la HUMANIDAD cuyo
objetivo es el convivir. Esto va a
ser el campo de la POLÍTICA, o sea, la
organización de las relaciones todas las personas, del convivir entre sí y con todos los grupos étnicos de la
nación. El pecado está en el dominar.
Ver Éxodo 18,13; 1° Samuel 8; Marcos 10,42.
- En fin,
Dios comunicó al ser humano su SABIDURÍA
para que nos podamos expresarnos de
múltiples maneras y, así, enriquecernos con el aporte de todos y todas. Esto va
a ser el campo de las IDEOLOGÍAS, o sea, la organización de las distintas propuestas
para expresarse, para organizar la economía y la política. El pecado está
en el engaño. Ver Daniel 2; Lucas
4,16; 1° Corintios 1,27…
Esto es el SUEÑO DE DIOS, su plan de vida, amor y felicidad. Es el árbol del Reino, que Jesús hará
presente, y que nos entregará para continuarlo y completarlo.
Como vemos, el Reino lo abarca todo, la Economía, la Política y las Ideologías.
Nada escapa al sueño de Dios: Si las cosas marchan mal, es porque nosotros, los
humanos, nos hemos tomado suficientemente n cuenta el proyecto de Dios. O nos
hemos desinteresado, y nos hemos hecho cómplices e encubridores de la actual
situación. Nuestra misión es restablecer el sueño de Dios.
C. LAS ESTRUCTURAS SOCIALES QUE NOS ENVUELVEN
CONSCIENTE Y INCONSCIENTEMENTE
1ª Estructura: LA ECONOMÍA
1.
La
Economía es la organización del repartir y compartir colectivos.
Su distorsión es la acumulación
2.
La
Economía abarca 4 espacios
-
Las 2 bases de la Economía, sin las cuales no puede
existir ni progresar
1. El
trabajo humano (manual – intelectual)
2. La
naturaleza y sus recursos
-
Las actividades económicas
Actividades
manuales y técnicas
|
Actividades
intelectuales y tecnológicas
|
1.
La producción (agricultura, pesca, minería…)
2.
La comercialización (intercambio, venta…)
3.
La transformación (industria…)
|
El ‘trabajo’ intelectual
-
Aparece después del trabajo manual
-
Está al servicio del trabajo manual
La tecnología está al servicio del trabajo manual
|
4. El
dinero
es fruto del trabajo y aparece después de la transformación de los recursos
naturales
|
Los bancos son nuestros porque son el resultado de nuestro dinero.
|
3.
Reflexión
sobre la economía
-
Lo primero es el trabajo, o sea el
trabajador: ¿Sabemos festejarlo y festejarnos el 1º de mayo?
-
Todos somos ‘economista’: en casa, en la cocina, en la
repartición del dinero… Naturalmente en la familia, “organizamos el repartir y
compartir de bienes” entre todos.
-
El trabajo se hace en complicidad con la naturaleza
que no regala sus recursos para comer, vivir, sanarnos… Por eso la naturaleza
tiene derechos.
-
Se nos desposee de nuestro poder cuando se
nos hace creer que el dinero o la tecnología son lo primero.
-
La acumulación es despojo, o sea, robo.
-
La meta de la economía es la equidad, o sea, que cada
uno tenga según sus necesidades para satisfacer sus derechos básicos: vida,
alimentación, salud, casa, educación, trabajo…
2ª Estructura: LA POLÍTICA
1.
La
Política es la organización del convivir armonioso entre las personas, los
grupos y los pueblos de un mismo país.
La desviación es la dominación de uno(s)
sobre otros.
2.
Los
espacios de la política son los 5 poderes repartidos en el Estado y la Nación
La nación es el conjunto de los ciudadanos de un
país.
a) Los
3 poderes del Estado
-
El mayor poder es el legislativo, o sea, la
aplicación de la Carta magna mediante las leyes.
-
El 2º poder es el ejecutivo, constituido por
el gobierno, o sea, el presidente, los ministros, el ejército y la policía.
-
El 4º poder es el judicial, constituido por
la corte, los jueces, los fiscales, los abogados, la defensoría del pueblo…
para la protección de los ciudadanos y el castigo a los atropelladores.
b) Los
2 poderes de la Nación, o sea de los ciudadanos.
-
El poder electoral, para elegir las
autoridades locales, provinciales y nacionales. Es la 4ª estructura de poder.
-
El poder fiscalizador con el Consejo de
Participación Ciudadana…
3.
Reflexión
sobre la política
-
La política comienza en la casa, es decir con
la organización de la convivencia armoniosa entre todos. Las relaciones entre
padres e hijos/as no han de ser tanto de mando y autoridad, sino de diálogo
y amistad.
-
Los 3 poderes del Estado son controlados por 3 poderes
de los ciudadanos: 1. La Defensoría del Pueblo. 2. El Consejo de participación
ciudadana y 3. El ejercicio del voto.
-
La Defensoría del Pueblo y el Consejo de
Participación ciudadana son poderes que el Estado delega a medias a los
ciudadanos.
-
Estos 2 poderes ‘ciudadanos’ dependen de nuestra
participación organizada…
-
Se dice que tenemos las autoridades que nos merecemos…
porque somos nosotros que las elegimos bien o mal.
-
Entre nosotros hace mucha falta crecer en formación
y conciencia políticas.
3ª Estructura: LAS IDEOLOGÍAS
1.
La
ideología es nuestra capacidad de expresión, creatividad y decisión para
organizarnos económica y políticamente.
Se trata de expresar nuestra sabiduría para pensar y
actuar al servicio de la vida y la fraternidad.
En las ideologías existen mucha manipulación, mucha
mentira y mucho engaño, porque la desviación más común es ponerlo todo
al servicio de intereses personales en vez de la búsqueda colectiva del bien
común.
2. Las ideas conforman las ideologías o sea los
proyectos vida en sociedad.
Estos proyectos de vida se gestionan en 5 espacios:
1º espacio: la Educación, o
sea, las escuelas parvularias, primarias y secundarias y las universidades.
Sirven para capacitarnos afín de enfrentar las dificultades de la vida en
general.
2º espacio: las expresiones
Culturales, como las fiestas tradicionales, la música, la
danza, la pintura, la escultura… Sirven para identificarnos como
ciudadanos de un mismo país.
3º espacio: Los Medios de
Comunicación social, como son la TV, la radio, los periódicos, las
revistas… Sirven para informarnos y divertirnos.
4º espacio: las Religiones, o
sea, las manifestaciones de nuestras relaciones con lo espiritual, lo
trascendente, la mística… Sirven para humanizarnos y celebrar la
fraternidad.
5º espacio: los Movimientos y
Partidos políticos que organizan los distintos proyectos de sociedad,
sea capitalista
sea socialista.
3. Reflexión sobre las ideologías
Tal vez sea allí donde se nos quita más nuestro
poder individual y colectivo, donde se combate más el poder popular.
-
Nacemos a un mundo que no
hemos hecho nosotros, sino nuestros familiares y conciudadanos.
-
El sistema capitalista, o sea la acumulación
de bienes en pocas personas, ha sido lastimosamente la manera más común
de organizarnos los seres humanos.
-
Siempre ha habido intentos y experiencias de organización
social más comunitaria: la organización indígena es el mayor ejemplo.
Igualmente la organización de los afro-descendiente tiene muchos rasgos
comunitarios.
-
Entre los Indígenas y los Afro-descendientes, la
comunidad es primera y no la persona y sus derechos individualistas.
-
Desgraciadamente, la invasión europea ha
buscado y sigue buscando imponer su ideología individualista, consumista y
depredadora de la naturaleza.
-
La religión cristiana, en sus distintas
iglesias, ha sido la ‘ideología’ que ha justificado la invasión europea. Fue y
sigue siendo mayoritariamente la cómplice de la destrucción de las
civilizaciones indígena y africana, y la defensa del sistema capitalista. Las
experiencias de Iglesia de los Pobres buscan retomar el proyecto de Jesús:
compasión, rebeldía y protagonismo de los pobres, que llamó el Reino.
-
De los 5 espacios ideológicos que nos envuelven,
tal vez el más urgente a desarrollar es el relacionado con los Movimientos
y Partidos políticos, porque es allí donde tomamos consciencia de
nuestros derechos y tenemos los medios para actuar al nivel nacional: leyes,
autoridades, proyecto socialista de vida en sociedad… La religión será el alma
de esta nueva vida en sociedad.
C O N C L U S I Ó N
-
Tenemos ¡ mucho
poder !, pero poco lo ejercemos.
-
La felicidad
para por la construcción de la fraternidad.
-
La promoción del
bien común o de los bienes comunes son la meta de la organización social.
-
Nos robaron
nuestros poderes en los personal, lo colectivo y lo nacional: tenemos que
recuperarlos.
-
El proyecto del
Dios de Jesús es vida en abundancia, es decir, libertad comunitaria,
fraternidad sin frontera y espiritualidad intercultural.
-
Nos estamos
constituyendo en Comunidades vivas para lograr ser todas y todos plenamente
humanos, en armonía con la naturaleza y en comunión con el Dios de la Vida y
del Amor.
-
Hace falta
retomar la organización del Sumak Kawsay – Bien Vivir indígena para lograr la
sociedad que soñamos.
PENSAR
GLOBALMENTE,
ACTUAR LOCALMENTE Y
CUMPLIR
INDIVIDUALMENTE.
A N E X O S.
CONTENIDO
-
El poder popular: 2 artículos de Pedro Pierre.
-
Aprender a ser
verdaderamente humanos, PR.
-
Avanzar hacia el socialismo del latino-americano
del siglo 21, PR.
-
Jesús transformó la realidad de su tiempo, PR.
1. ARTÍCULOS en las páginas editorialistas
de periódico El Telégrafo
(todos los miércoles)
EL PODER POPULAR… para empoderarnos de lo que nos pertenece.
Pedro
Pierre
Felizmente
la campaña electoral está bastante animada tanto de parte de los candidatos
como de parte de la ciudadanía en general. Por una parte el partido del
presidente Rafael Correa puede presentar grandes logros en todos los espacios
de la vida social, económica, política y cultural; hasta sus discursos sobre la
Doctrina social de la Iglesia y la Teología de la Liberación llaman
positivamente la atención.
Por otra
parte está la disputa por el poder no sólo político, sino económico. Hasta hace
poco los poderosos sacaban grandes ganancias de sus diferentes negocios. Por
eso la mayoría de los candidatos nos quieren hacer regresar a este pasado de
saqueo, explotación, opresión y miseria.
También
está la ciudadanía en general que ha visto su situación mejorar
significativamente. Además por la dinámica puesta en marcha con la elaboración
de la Constitución, ha crecido su posibilidad de expresarse, alzar su voz y
hacer escuchar sus exigencias. Todavía falta mucho trecho para que la
“participación ciudadana” sea una característica relevante de este gobierno,
para que los sectores populares despierten a una mayor formación política y se
presenten como los protagonistas de los cambios estructurales que se necesitan.
En este sentido la “Alianza de las Izquierdas” encuentra unos espacios que
quieren tomar y llevar a mayor expresión.
En definitiva es allí donde está el criterio de una campaña
electoral exitosa para el país: si, como ecuatorianas y ecuatorianos crecemos
en poder. Eso es el poder popular: empoderarnos no sólo de la palabra y del
voto, sino sobre todo de las decisiones a tomar para ensanchar más y más el
camino abierto por el actual gobierno. No se trata sólo de delegar a otros
nuestra representatividad, sino organizarnos mejor para exigir leyes,
estructuras y cambios que nos favorezcan como mayoría.
No se
puede pedir esto a los partidos de derecha, pero sí, podemos juzgar quienes de
Alianza PAIS y de Alianza de las Izquierdas nos están ya dando esta oportunidad
de organización, esta capacidad de decidir y los espacios de protagonismo que necesitamos
para construir el Ecuador que queremos.
Cuando
los apóstoles Santiago y Juan pidieron a Jesús un puesto relevante en su Reino,
el uno a su derecha y el otro a su izquierda, él les contestó: “No saben lo que
piden… El más grande es el mejor que sirve a los demás”. Con esta luz,
juzguemos también quiénes son los candidatos que nos permiten crecer en
participación, protagonismo y poder popular.
PODER
POPULAR, o sea democracia, Padre Pedro Pierre.
El verdadero significado de democracia es poder popular.
Siempre hemos sido acostumbrados a que nos gobiernen desde arriba, cuando la
democracia es gobernar desde abajo. Pienso que eso es el desafío del Ecuador en
estos momentos: aprender a gobernarnos
desde abajo, desde los distintos grupos sociales organizados. Eso es el proceso
que están llevando tanto los indígenas como los maestros y profesores. Ya no se
acepta que otros hagan las cosas que nos competen o se decida sobre asuntos que
nos conciernen sin consultarnos, escucharnos y respetarnos.
Cada vez más nos damos cuenta que el presidente tiene
buenas intenciones, pero también nadie lo ha delegado para resolver sólito
todos los problemas del país. Un país se construye con todos los actores, con
preferencia a los sectores pobres. Hoy muchos de estos actores están
organizados y hacen propuestas constructivas y sólidas. Si hay oposición al
gobierno, es porque se quiere cambios más profundos. Pues, hay otro tipo de
desarrollo posible diferente de aquel que propone el gobierno, más justo y
equitativo que incluya a todos los sectores, en particular los más
desfavorecidos. Por eso, en vez de desprestigiar, dividir y destruir las
organizaciones populares, el gobierno debe fortalecerlas y hacer alianza con
ellas, porque son estos movimientos indígenas y sociales, junto con los
partidos de izquierda, que lo han llevado a la presidencia.
La propuesta de Revolución ciudadana se queda en una
ciudadanía individualista donde cada uno busca que sus pequeños o grandes
problemas sean resueltos por el gobierno. Es cierto que la revolución ciudadana
crea conciencia individual de los derechos que tenemos, pero necesita ir más
allá de los intereses personales. La
revolución que queremos se ubica dentro de unas necesidades colectivas más
grandes que tienen que solucionarse mediante las organizaciones populares, el
movimiento indígena y los partidos políticos de izquierda. La ciudadanía es un
medio para la organización y el protagonismo de los ciudadanos.
Eso es
construir el poder popular, la verdadera democracia. Sin organización, no hay
protagonismo y, en definitiva, no hay ciudadanía. Sólo con un protagonismo
comunitario, iremos abriendo unos caminos de cambios que beneficien a todas y
todos los ecuatorianos.
Ya en 1968, los obispos latinoamericanos reunidos en
Medellín los decían: “La tarea de educación de estos hermanos nuestros – los
marginados de toda clase – no consiste propiamente en incorporarlos a las
estructuras culturales que existen en torno de ellos, y que pueden ser también
opresoras, sino en algo mucho más profundo. Consiste en capacitarlos para que
ellos mismos, como autores de su propio progreso, desarrollen de una manera
creativa y original un mundo cultural, acorde con su propia riqueza y que sea
fruto de sus propios esfuerzos. Especialmente en el caso de los indígenas se
han de respetar los valores propios de su cultura, sin excluir el diálogo
creador con otras culturas”.
Tenemos todavía por delante muchas y largas luchas,
pero lo importante es que ya hemos comenzado.
2. ¡ A P R E N D E R A S
E R P L E N A M E N T E H U M A N O S !
Desarrollar armoniosamente nuestra
corporalidad y nuestra
espiritualidad, PR.
Mensaje
Como personas humanas estamos naturalmente llamados a
crecer, es decir desarrollarnos en nuestra doble dimensión: la corporalidad y
la espiritualidad. Lastimosamente en este momento hemos sobre-desarrollado
nuestra corporalidad y mantenemos nuestra espiritualidad en su mínima
expresión. A ver si llegamos a un mejor
equilibrio porque de esto depende la sobrevivencia de la vida, incluso
humana, y de nuestro planeta, como también nuestra felicidad personal,
colectiva y cósmica.
1ª parte :
DESARROLLAR NUESTRA CORPORALIDAD
Una corporalidad
huérfana
A. NUESTRO CUERPO ES NUESTRA CAPACIDAD INFINITA DE RELACIÓN
- Somos un átomo del universo
El ser humano somos la más sofisticada expresión
de la vida, pero estamos ligados a todas sus demás expresiones: somos una
expresión más de este gran cuerpo vivo que es el cosmos. No habitamos la
tierra; es la tierra que nos habita: sin ella no podemos vivir, mientras ella
vivió millones de años sin nosotros. De allí venimos, por ella vivimos y a ella
regresaremos. Debemos proteger toda esta cadena de tan variadas expresiones de
la vida.
- Nuestro cuerpo nos relaciona con los demás y la naturaleza
Nos comunicamos mediante nuestro cuerpo: ojos,
oídos, boca (palabras, besos), nariz, manos, sexualidad… Los conocimientos, los
sentimientos, las emociones nos hacen vibrar y gozar.
Por una parte vivimos por la naturaleza: el agua
-en ella nos formamos; somos 75% de agua-, el aire, la tierra y sus alimentos,
el fuego que nos habita y nos fascina. Sentimos físicamente una comunión con la
naturaleza, porque somos hechos desde y por la misma naturaleza.
B. NUESTRO CUERPO ES UN TEMPLO ESPIRITUAL
El ser humano somos un
cuerpo habitado por el espíritu o, dicho de otra manera, somos un espíritu
corporalizado -o sea encarnado, materializado hecho cuerpo- o un cuerpo
espiritualizado -con dimensión espiritual, trascendente. Nuestro cuerpo es el
espacio y la manifestación de nuestro espíritu.
Nuestro espíritu es
expresión del Misterio de la Vida, del Amor, de la Belleza, de la Sabiduría que
llamamos Dios (según la religión cristiana).
C. EL DESEQUILIBRIO HUMANO, SOCIAL Y CÓSMICO
Durante los 4 últimos
siglos hemos desarrollado des desmesuradamente nuestra corporeidad y nuestra
agresividad sobre los demás y contra la naturaleza y el cosmos. Es “la era
moderna” en su desarrollo capitalista que ha sido casi exclusivamente
materialista, socialmente agresivo y naturalmente destructor.
- Los innumerables progresos científicos, sociales y religiosos
Fue el paso de la Edad Media a la Época Moderna
gracias al Iluminismo en los distintos campos de la actividad humana.
a)
Los progresos materiales,
sociales, espirituales fueron numerosos…
̵
Progresos científicos, literarios, artísticos,
sociales y religiosos: la imprenta, la
industria, la técnica, las ciencias, la comunicación, el transporte, la
medicina, literatura, música, pintura, construcciones…
̵
Progresos sociales y religiosos: organización de la democracia y los derechos
humanos, la reforma protestantes, la doctrina social de la Iglesia católica,
las sabidurías de todas las religiones…
b)
… pero se acompañó de
mucho materialismo y agresividad social y destrucción ambiental…
̵
Materialismo, propiciado por el capitalismo industrial y financiero:
el lucro a toda costa de unos pocos por el saqueo de las materias primas y del
medio ambiente.
̵
Agresividad social: las guerras, los colonialismos, la inquisición católica,
la hegemonía occidental, la dictaduras militares…
c)
… por el individualismo y
la idolatría del dinero y del cuerpo
̵
Se fueron perdiendo los
valores colectivos, por limitarse a un desarrollo material en una perspectiva
individualista…
̵
La acumulación de dinero,
el afán de la fama y del poder penetraron toda la vida, envolviéndonos en la
búsqueda de una vida cómoda y bien poca humana: el “bienestar” suplantó el “bien
vivir y convivir”.
̵
El cuerpo pasó a ser el
nuevo ídolo al que se cuida sobre todo: cosméticos, arreglos corporales,
utilización de la mujer, el negocio del deporte…
- Las causas de esta situación se desarrollan por limitarnos a nuestra corporeidad
a) Somos naturalmente seres individualistas, consumistas y
depredadores a lo cual no hemos sabido poner medidas ni límites
mediante una ética (laica) para nuestros tiempos.
b) Además, desde 2 siglos, nos hemos organizado
mediante el sistema capitalista que busca un lucro ilimitado fuera de todo
control. Con el desarrollo técnico y tecnológico, se ha multiplicado
desordenadamente nuestra capacidad de explotación humana y de destrucción de la
naturaleza.
c) Hemos perdido nuestras capacidades culturales,
filosóficas, espirituales… llegando a enfrascarnos en una crisis de
civilización sin encontrar ni reconocer salidas.
d) Las Iglesias cristianas han quedado
rezagadas e inútiles:
̵
En vez de reconocer y
promover los valores de la modernidad, las han combatido y satanizada.
̵
En vez de proponer una
espiritualidad humana, social, ambiental y trascendental se han quedado en
luchas por el poder y los privilegios.
̵
Las reformas eclesiales
-Concilio Vaticano 2º, Iglesia de los pobres y Teología de la liberación- han
sido revertidas por jerarquías
restauradoras.
e) Estamos desarrollando al exceso lo que Jesús
condenó al rechazar las 3 tentaciones deshumanizantes:
limitarnos al tener, al poder y a la fama.
̵
La acumulación (el tener) de riquezas en pocas manos ha llegada a
sumas inimaginables produciendo el crecimiento de la pobreza, las migraciones
catastróficas y las desigualdades sociales.
̵
El poder, apoyado por la fuerza militar, se ha desarrollado de forma
escandalosa: por ejemplo, el presupuesto militar de los EE.UU. es ¡el doble
(800’000 millones de dólares) de los presupuestos de todos los demás países
juntos!
̵
La fama es otro escándalo mortal con el apoyo de los grandes medios de
comunicación social. Los cantantes, las estrellas de la moda, los grandes
futbolistas han pasado a ser una mercancía evaluada a decenas de millones… en
una mediocridad espantosa.
Leonardo Boff afirma -con
otros más- que hemos puesto en marcha “la 6ª
extinción masiva de la vida en el planeta, llegando a punto de
autodestrucción irreversible”.
D. CONCLUSIONES
- Aparecemos más como un cuerpo inmenso con una un corazón y un espíritu microscópicos.
- Los excesos de nuestra corporalidad -individualismo materialista- nos lleva a nuestra autodestrucción y la destrucción de la vida en el planeta.
- La espiritualidad ha sido descartada por la modernidad capitalista- avaricia- y desvalorizada por el tradicionalismo espiritualista de las Iglesias que la encerró en expresiones caducas.
- El desafío es purificar nuestra corporalidad de sus excesos y desviaciones mediante el fortalecimiento y el desarrollo de nuestra espiritualidad.
- “La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valoración del mundo de las cosas” (Carlos Marx).
2ª parte :
DESARROLLAR NUESTRA ESPIRITUALIDAD
Una espiritualidad
rezagada
Se trata de desarrollar
horizontes de trascendencia en nosotros y fuera de nosotros. Todo lo que existe
es una sola unidad: somos el cosmos, somos la naturaleza, somos la humanidad,
somos el “Misterio”. “Misterio” no significa una realidad que no podemos comprender
sino es una realidad que nos sobrepasa. No nos sentimos bien ni completos
porque hemos mutilado nuestra parte espiritual. Estamos desarrollando
infinitamente nuestras capacidades materiales y dejamos dormir en el
subdesarrollo nuestras cualidades y capacidades espirituales.
Tomemos conciencia de
estas capacidades espirituales para llegar a desarrollarnos más plenamente,
personal y colectivamente, con la naturaleza y con Dios. La crisis religiosa
actual proviene que, hasta ahora, las expresiones de la espiritualidad eran
ligadas a la cultura agrícola que está feneciendo. Estamos entrando en una
nueva cultura de la comunicación y de la innovación tecnológica. Las
espiritualidades deben encontrar nuevas expresiones a partir de esta nueva
cultura. Las viejas expresiones no termina de morir y las nuevas no acaban de
nacer.
Nuestra espiritualidad es
nuestra dimensión espiritual: la de nuestro cuerpo animado por nuestro
espíritu. Lo espiritual tiene que ver con nosotros, con los demás, con la
naturaleza y con Dios. Tenemos que reconocer que nuestra espiritualidad tiene
una dimensión colectiva que se expresa mediante la religiosidad (devociones),
las religiones, las iglesias. Veamos cuáles son las tareas que tenemos por
delante, al nivel espiritual.
La meta definitiva es
caminar con los 2 pies: por una parte, el cuerpo y todo lo material que lo
rodea, y por otra el espíritu con todas sus dimensiones. Así seremos
verdaderamente humanos, hermanos, solidarios con la naturaleza y animado por
Dios: en definitiva, felices.
A. CON NOSOTROS: Desarrollar nuestras facultades,
capacidades, talentos.
Somos seres inteligentes, voluntarios, sensibles y
dignos, cualidades a desarrollar a lo largo de toda la vida como semillas de
humanidad.
- Inteligencia ágil: Desarrollemos nuestros conocimientos, un pensamiento propio, el aprendizaje continuo, el espíritu crítico, la sabiduría sencilla, la poesía que es admiración y sentimientos.
- Voluntad firme: Cultivemos la toma decisiones propias, propongámonos metas y firmeza para alcanzar las metas propuestas cueste lo que cueste.
- Sensibilidad y emociones sentidas: Sentamos las vibraciones de nuestro cuerpo y de nuestro corazón. Dejémonos tocar por la amistad y el amor, la belleza y todo lo grande que miramos y experimentamos. Aprendamos a admirar lo que nos rodea. Seamos compasivos con el dolor ajeno.
- Dignidad alegre: Somos la punta del eslabón más desarrollado de la vida. Aprendamos a valorarnos y respetarnos. Respetemos la vida de donde venimos: la tierra, el aire, el agua, el fuego que nos habitan.
B. CON LOS DEMÁS: Desarrollar relaciones
constructivas.
Somos seres de relación: nos construimos -y destruimos-
juntos. Nuestras relaciones nos hacen crecer como personas y colectividades si
vivimos cada vez más en el amor, la verdad, la justicia y en un entorno de
belleza.
- El amor: Desarrollar la compasión, el respeto, la ayuda, la colaboración, la solidaridad, la entrega, el don… sin condiciones. Dejemos subir en nosotros el amor que surge de repente para gozarlo y orientarlo.
- La verdad: Lo absoluto es lo más cerca, lo más íntimo. La verdad está en hacer nuestras las causas de los pobres y ponernos de su lada.
- La justicia: Está hecha de igualdad -todos somos iguales por tener el mismo origen- y de equidad -tratémonos según nuestras diferencias-, dando a cada uno lo que le corresponde y lo que necesita.
- La belleza: Es la armonía de la vida, de nosotros con las cosas que nos rodean. Es el arte, la música y el canto, la pintura y la escultura, la danza y el baile… expresiones naturales que están dormidas en nosotros.
C. CON LA NATURALEZA: Entrar en el conjunto de
sus diversas expresiones.
El cosmos es una sola unidad y cada una y cada uno somos
una pequeña parte de él. Lo que siente, goza y sufre la naturaleza nos afecta
positiva o negativamente a todos y todas nosotros y nosotras.
- La contemplación: Miremos de dónde venimos: una creación en continua expresión y expansión. Somos la misma unidad cósmica, es decir unas expresiones diferenciadas de la vida.
- La comunión: Dependemos de toda la naturaleza. La naturaleza ha vivido millones de años sin nosotros; nosotros no podemos vivir sin la naturaleza. “Por ella existimos, con ella vivimos y nos movemos”.
D. CON DIOS: Expresar el Misterio que nos habita
y nos trasciende.
No hay que decir que la Vida y el Amor habitan en nuestro
mundo, sino que nuestro mundo es poseído por la Vida y por el Amor, este doble
Misterio que llamamos Dios. La meta nuestra es permitir y facilitar esta
expresión y explosión de Vida y de Amor en nosotros los humanos.
1.
Dios es el Misterio de la vida, del amor y de la comunión encarnado en el
cosmos, la naturaleza y la humanidad. “No hay otro mundo”: somos un único mundo
con todas estas dimensiones.
2.
La espiritualidad: Somos más de lo que vemos, sentimos, imaginamos. Somos
una parcela de Dios, una encarnación de Dios. Somos infinitos, como semilla a
desarrollar sin más límites que las nos ponemos.
3.
La fe: Es la adhesión al Misterio, la comunión con los demás y la armonía con la
naturaleza, una opción y una manera de vivir más humanamente, conforme a lo que
somos.
4.
La religión: Es la expresión ligada a una cultura de la
espiritualidad y de la fe que elegimos, con sus creencias, sus ritos, sus
símbolos, su organización. Todas las grandes religiones son reveladas,
salvadoras y válidas, aunque no puedan ni todas ni ninguna en particular
expresar la totalidad del Misterio.
5.
La ética: Es la nueva manera de vivir armoniosamente con todo,
entre todos y con Dios. Expresa nuestras maneras de promover y proteger la Vida
y el Amor en sus múltiples expresiones.
Nacer es comenzar a expresarnos en todas nuestras
dimensiones. Vivir es desarrollar lo que somos corporal y materialmente,
espiritual y trascendentemente. ¡Ojalá moramos habiendo alcanzado muchos
peldaños de esta larga marcha individual, colectiva y solidaria de todos y de
todo, habiendo palpado a Dios en todo este recorrido! Ayudémonos en esta tarea
cuyo premio es la felicidad, felicidad alcanzada por la misma lucha de
volvernos verdadera y completamente humanos
3.
AVANZAR HACIA EL
SOCIALISMO DEL SIGLO
21, PR.
Para avanzar en este camino, hay que comenzar en casa
y en el barrio, sabiendo que lo político (las decisiones en común) es más
importante que económico. Buscar primero lo económico es terminar enfrascados
como estamos en este momento.
- En lo político
-
Democracia
participativa desde las
organizaciones populares, es decir que nos expresemos a través de innumerables
organizaciones.
-
Plurinacionalidad a partir de las 5 nacionalidades ecuatorianas:
Indígenas, Montubios, Negros, Mestizos y Otras, es decir avanzar hacia una
confederación de Nacionalidades con representantes en el gobierno nacional.
- En lo económico
-
Desarrollo
agrícola e industrial sostenible: es decir que respete a
las personas, los pueblos y la naturaleza.
-
Sustituir el
consumo de bienes por su servicio para todas y todos, es
decir que se logre los derechos básicos (salud, educación, vivienda, empleo,
seguridad social, ambiente saludable y recreativo…) al nivel masivo.
- En lo cultural
-
Conocer y
valorizar nuestras expresiones culturales de la Costa, la Sierra, el
Oriente, el campo, la ciudad, los jóvenes, las mujeres.
-
Fomentar la interculturalidad,
es decir la unión y el enriquecimiento de todas las culturas a partir de los
intercambios.
- En lo social
-
Protagonismo de las Organizaciones Populares en las decisiones
nacionales, para controlarlo todo: el estado con sus 5 poderes de la nación,
controlar la agricultura, el comercio, la industria, las aduanas…
-
Comenzar a
vivir lo que queremos, desde
pequeños grupos, organizaciones, comunidades: compartir de bienes (económico),
nos gobernamos entre todos (político), celebrar la unidad en la diversidad de
expresiones (socio-cultural), reconocer la presencia de la resurrección y el
crecimiento del Reino desde todas las religiones (religioso).
COMENTARIO Y
PREGUNTA
-
Debemos motivar
nuestra opción por el socialismo a la luz de la Palabra de Dios. Debemos
comenzar a vivir ya la sociedad socialista que soñamos:
-
¿Cómo estamos viviendo en la familia, la profesión, la
comunidad, el barrio… esta sociedad socialista que queremos?
No hay
revolución sin organización;
no hay organización
sin participación ciudadana.
4. JESÚS TRANSFORMÓ LA REALIDAD
DE SU TIEMPO.
Mensaje: Jesús se incorporó dentro del movimiento popular de
su tiempo. ‘¡Este es verdaderamente el Profeta!’ (Juan 7,40).
A. UNA
SITUACIÓN DE DOBLE ESCLAVITUD EN EL PAÍS DE JESÚS
1. La
esclavitud por la ley
Desde la vuelta del exilio en 538 antes de
Jesús, los líderes del Pueblo, en particular los sacerdotes Nehemías (445) y
Esdras (398) centraron su identidad en la ley y la raza se volvía (Esdras
7,25-26; 9,2; 10,3; Nehemías 9,2; 10,29-30). La ley tenía un sinnúmero de
observancias muy estrictas. Por esto, gran parte del pueblo era imposibilitado
de observar la ley y las muchas normas de la tradición (M 7,4-13; Mateo 23,23).
De esta manera, quedó marginado como gente ‘ignorante y maldita’ (Juan 7,49;
9,34). De hecho, creaba una situación esclavitud, mantenida tanto por los
doctores de la ley y por los funcionarios del templo, de la que sacaban
provecho. Esto era lo que más atormentaba al pueblo en los quehaceres diarios y
se sentía descontento. Esta lucha contra esa esclavitud religiosa fue lo que
más marcó la práctica de Jesús.
2. La
esclavitud romana
Además de esta esclavitud de la ley judía,
existía la dependencia al Imperio Romano. La ocupación de la Palestina por los
Romanos comenzó en el año 63 antes de Jesús: los Pueblos dominados debían pagar
a Roma fuertes impuestos. El tributo a Roma pesaba más sobre el pueblo
sencillo. Por eso, la época en que Jesús nació era de hambre, pobreza y
enfermedades, con mucho desempleo (Mateo 20,3-6) y endeudamiento (Mateo 6,12;
18,24-28). Había clases altas y ricos poderosos, como la de los saduceos y los
sacerdotes, comprometidos con los romanos (Juan 11,47-48), a quienes no les
importaba la pobreza de los pequeños (Lucas 15,16; 16,20-21; 22,25). Había
también grupos de oposición a los romanos, como los fariseos y esenios, que se
identificaban con las aspiraciones del pueblo (Hechos 5,36-37). Había muchos
conflictos y tensiones sociales (Marcos 15,7; Mateo 24,23-24), seguidos de una
represión sangrienta que mataba sin piedad (Lucas 13,1).
La dureza de esta situación influía en la manera de
vivir la fe. Por una parte, existía la religión oficial, ambigua (Lucas
20,46-47) y, a veces, opresora (Mateo 23,4.23-32), organizada en torno a las
sinagogas de los pueblos y al templo de Jerusalén (Mateo 21,13). Y por otra,
existía la piedad popular, igualmente ambigua, pero resistente, con sus
devociones y prácticas propias (Mateo 21,8-9; Lucas 2,41; 21,2; Juan 6,14).
B. EL
MOVIMIENTO POPULAR EN TIEMPOS DE JESÚS
En una palabra, la doble esclavitud creó una situación confusa, sin alternativa
de solución. Había conflictos en todos los niveles de la vida: en lo económico,
social, político, ideológico, cultural y religioso. El pueblo estaba dividido,
sin condiciones de reencontrar la unidad. Es por esta situación sin salida que
el movimiento popular de la época estaba en un proceso de radicalización, en el
sentido de que buscaba raíces y motivaciones más profundas. No queriendo ser la
víctima perpetua de las represiones romanas y no encontrando resonancia ni
respuesta en los líderes oficiales, el movimiento popular buscaba sus propios
caminos. Poco a poco se iba transformando en un movimiento profético amplio que
llamaba al Pueblo a regresar a su origen, es decir, a la Alianza con Dios
mediante el proyecto social igualitario de Moisés. Jesús se incorporó en este
proceso de radicalización del movimiento popular. Vamos a analizar ahora las
varias etapas de este Movimiento Popular desde la llegada de los Romanos.
1.
Una rebelión popular sin rumbo, del 63 al 37 antes de
Jesús
El comienzo de la conquista romana fue
época de mucha anarquía por la inestabilidad política que generó. El pesado
tributo reintroducido por roma y las continuas guerras internas del imperio
romano, fueron desastrosos para el pueblo de Palestina. Del 57 al 37, o sea, en
apenas 20 años, explotaron seis rebeliones. El historiador judío Flavio Josefo
dice al respecto: ‘robar es la práctica común de este pueblo’. No tenían otro
modo de subsistir: sin ciudad propia, sin tierras, vivían únicamente en grutas
con sus animales. Así era el pueblo empobrecido de galilea, al que no le
quedaba ya nada. Todo le había sido arrebatado. Sus continuas revueltas eran el
fruto de la desesperación.
En este periodo, el movimiento popular no tenía rumbo. El Pueblo seguía a
cualquier caudillo que les prometía liberarlo del tributo injusto. Así sucedió
con Alejandro y Aristóbulo, miembros de la familia real depuesta por Roma en el
63, que querían reconquistar el poder; o con Pitolau y Ezequías, líderes
populares de origen campesino. Para reprimir las revueltas, los romanos
contaban con la ayuda de Herodes, un extranjero que, antes de ser rey de toda
la Palestina, fue comandante militar de Galilea (47-41 AC). Fue él quien
enfrentó y mató a Ezequías, el famoso jefe de los revoltosos, que actuaba en Galilea.
2.
Represión y desarticulación del movimiento popular,
del 37 al 4 AC.
En el período en que Herodes fue nombrado
rey hubo de relativa calma: la represión brutal de la policía de Herodes
impedía cualquier manifestación popular. Era el periodo de la así llamada ‘Paz
Romana’. Por la reorganización administrativa del imperio en vista de las
futuras conquistas, la ‘Paz Romana’ trajo cierta estabilidad económica, pero
para el imperio. Para los pueblos dominados no era paz, sino pacificación
violenta. Poco antes de la muerte de Herodes, dos fariseos, Matías y Judas,
ambos doctores de la ley, consiguieron hacer una protesta. Llevaron a sus
alumnos a derribar el águila, símbolo del poder romano, que Herodes había
colocado en la puerta del templo. Como era su costumbre, Herodes reaccionó con
violencia: mandó a quemar vivos a los dos profesores y a cuarenta de sus
alumnos.
En cuanto a Jesús, él nació al final del gobierno de
Herodes. De esta época que es la infancia de Jesús, Lucas escribió: ‘El niño
crecía, se desarrollaba y estaba lleno de sabiduría’ (Lucas 2,40).
C. LAS
GRANDES TENSIONES EN LOS AÑOS DE JESÚS
1.
Revoluciones mesiánicas, del 4 AC al 6 dC.
Después de Herodes, fue el período de
gobierno de Arquelao, en Judea. Fueron diez años de mucha violencia. Por
ejemplo, el día que llegó al gobierno, fiesta de Pascua, Arquelao masacró tres
mil personas en la plaza del Templo. Los peregrinos que escaparon, dieron la
alarma, y la revuelta explotó en todo el país. Pero ya no era una revuelta sin
rumbo
Los líderes de este período apelaban a las antiguas promesas hechas a David
y se presentaban como ‘Rey y Mesías’. Esto fue el caso de Judas en Galilea, de
Simón en Perea, de Atronges en Judea. El pueblo los seguía en masa, señal de
que el movimiento popular buscaba una motivación más profunda vinculada a la fe
en Dios y con las tradiciones y promesas antiguas. La represión romana fue
lenta, pero violenta. Séforis, capital de Galilea, fue arrasada y su población
esclavizada. Jerusalén se rindió y escapó de la destrucción, pero dos mil
revoltosos fueron presos y crucificados alrededor de la ciudad.
En este mismo periodo, allá en Nazaret, el
niño Jesús, saliendo de la infancia y entrando en la adolescencia, ‘crecía en
sabiduría, estatura y gracia delante de Dios y de los hombres. (Lucas 2,52).
Recordemos que Nazaret quedaba apenas a ocho kilómetros de Séforis, la capital
de Galilea que fue destruida por los romanos en esa época.
2.
Celo por la ley y tiempo de revisión, del 6 al 27 dC.
En el año 6 después del nacimiento de
Jesús, Roma asumió directamente el control de la Palestina. Después de
Arquéalo, fue transformada en una provincia romana gobernada por procuradores
romanos. El gobierno interno continuaba en las manos del Sumo Sacerdote,
nombrado por Roma. La aristocracia de los saduceos, dueños de tierras y ligados
al comercio internacional, apoyaba la política romana. Un censo, decretado para
reorganizar la administración interna y garantizar el cobro del tributo. Esto
provocó una fuerte reacción popular, inspirada en el celo por la Ley. Se
recordaba que, en el pasado, este celo por la Ley ya había dado razón a Finjas
(Números 25,11), al profeta Elías (1 Reyes 19,10; 18,40; Eclesiástico 48,2) y a
Matatías (1 Macabeos 2,24-26). Ahora, este mismo celo, liderado por Sadoc y
Judas de Gamla, hacía que el Pueblo, por no dar su nombre en el censo no pagara
el tributo a los romanos. Este modo de pensar fue aceptado por mucha gente. Era
una nueva forma de resistir, una especie de desobediencia civil. Esta época
marcó otro paso más en este proceso de radicalización de la lucha del pueblo,
después de la malograda revuelta popular y del mesianismo. Con todo, el celo
por la ley profundizaba la visión. El peligro era que ‘los celosos’ tenían la
tentación de reducir la observancia de la Ley a la oposición contra los
romanos. Esto ocurrió más tarde, en el movimiento de los 'zelotes'.
El cambio de régimen con ocasión de la deposición de Arquelao, trajo una
calma relativa. Pero siempre continuaban revueltas esporádicas, como la de
Barrabás (Mc 15,7) y la de los galileos (Lucas 13,1), con la inmediata
represión romana. El celo ardía como un fuego oculto en las cenizas, sin
posibilidad de salida. Se sentía el peligro de que Roma acabara con el templo y
toda la nación (Juan 11,48), como de hecho sucedió en el año 70 dC (Lucas
13,34-35; 19,41-44). La calma era solo una tregua, una ocasión ofrecida por la
historia, o sea por Dios, para hacer una revisión del camino y de la lucha del
pueblo (Lucas 13,3.5).
En este período, el joven Jesús, llegando
a la edad de doce años, comenzaba a participar plenamente de la vida de la
comunidad. Vivía en el campo de Nazaret y trabajaba de sus manos, y ayuda a la
gente de su región prestando servicios como carpintero. Y esto durante casi
veinte años, desde los 12 hasta los 30 años de edad.
D. REAPARECEN
LOS PROFETAS, del 27 al 69 dC.
1.
Un sinnúmero de Profetas
Mientras Jesús hacía de carpintero, la
revisión de la marcha del Movimiento Popular apareció en la prédica de unos
profetas. El primero fue Juan Bautista (Mateo 11,9; 14,5; Lucas 1,76). A su
alrededor creció un enorme movimiento (Mateo 3,5-7). Poco después vino Jesús
(Mateo 16,14; 21,11.46; Lucas 7,16). Simultáneamente continuaban ardiendo, la
revuelta, el mesianismo y el celo. Por eso, en el tiempo de Jesús, había tantas
tendencias y divisiones en medio del pueblo. Después, llegaron otros profetas:
-
En el 36, un
samaritano anónimo convocaba al pueblo al monte Garizim y prometía revelar
dónde Moisés había escondido los utensilios del Templo.
-
En el 45, un
cierto Teudas, convocaba al pueblo junto al Jordán, prometiendo dividir las
aguas para abrir un paso.
-
En el 56, un
judío anónimo venido de Egipto, llamado simplemente egipcio, reunía treinta mil
en el desierto y prometía hacer caer los muros de Jerusalén.
-
En el 60,
otro anónimo prometía “liberación de las miserias” a los que le seguían al
desierto. Como siempre, la historia oficial narrada por Flavio Josefo, no
guardó los nombres de los profetas populares. La mayoría de ellos son anónimos.
2.
¿Que pretendían estos profetas, y qué significaban
para el pueblo?
Representaban un paso más en el proceso de radicalización del movimiento
popular. Hacían una nueva lectura de los hechos. Querían rehacer la historia.
Convocaban al pueblo para el nuevo éxodo, anunciado por Isaías (Isaías
43,16-21); llamaban al pueblo al desierto (Oseas 2,16; 12,10). Como sucedió al
final de la travesía del desierto, prometían separar las aguas del Jordán y
abrir un pasaje (Josué 3,16-16; 2 Re 2,8.14). Como por la caída de las murallas
de Jericó al terminar los 40 años del desierto (Josué 6,20), ellos anunciaban
la caída de las murallas de Jerusalén (Lucas 19,44; Mateo 24,2). Al igual que
los profetas antiguos, ellos anunciaban el comienzo de un nuevo Año Jubilar
(Lucas 4,19), o sea, la liberación de los pobres (Lucas 4,18), y pedían un
cambio en el modo de vivir (Marcos 1,15; Mateo 3,2). Como en el tiempo de
Moisés, quieren revivir la Alianza y el proyecto igualitario de Moisés.
3.
Actitud de las autoridades, tanto judías como romanas
Tanto los romanos con los sacerdotes y
saduceos, como los escribas y fariseos, todos ellos vivían ajenos al movimiento
popular, únicamente preocupados con la observancia de la ley de acuerdo con la
tradición de los antiguos (Mc 7,3-4.13). A pesar de estar contra los romanos,
no querían un conflicto abierto con ellos. Nunca tomaron en serio al movimiento
popular alrededor de Juan Bautista y de Jesús (Lucas 7,29-30.33-35; Mateo
21,32; Juan 7,48). No percibían la gravedad del momento ni la necesidad de un
cambio radical en el rumbo del país. Por eso, sin darse cuenta, conducían al
pueblo hacia el desastre (Lucas 13,1-5; 19,41-44). Cerrados en sus propias
opciones (Lucas 7,35) se volvieron incapaces de reconocer la llegada del Reino
en medio de los pobres (Mateo 11,25).
Los sumos sacerdotes, los ancianos y los
saduceos habían aplaudido el cambio de régimen que siguió con la deposición de
Arquelao. La política romana favorecía los intereses de esta élite y encontraba
en ella un apoyo al control y a la represión al Pueblo (Juan 11,45-49). Se
decían ‘los bienhechores’ del Pueblo, pero en la realidad eran sus explotadores
(Juan 22,25).
Todos esos líderes, preocupados tan solo
por la seguridad del templo y la calma de la nación (Juan 11,48) o por la
observancia estricta de la Ley (Mateo 23,1-23), nada sabían de lo que ocurría
en el corazón del Pueblo. No percibían la diferencia existente entre los
profetas y otros líderes populares. Por ejemplo más tarde, el capitán romano
que apresó a Pablo, creía que era el “egipcio”, ese profeta era líder de
sicarios y bandidos (Hechos 21,38). Pilato pensaba que Jesús era un revoltoso
igual que Barrabás (Marcos 15,7) y lo confundió con los anteriores reyes
mesiánicos (Marcos 15.9), que eran unos ‘ladrones e impostores’.
4.
La espera del Reino de Dios
Jesús vivió desde dentro toda esta
realidad. Realmente, el pueblo era como un rebaño sin pastor (Mateo 9,36). Sus
líderes no entraban por la puerta, sino por otros caminos (Juan 10,1). Se
encontraban sin líderes para orientarlos, sin rumbo y sin horizonte, en aquella
situación confusa y conflictiva de tantos movimientos, tendencias y liderazgos,
y cansado de tanta opresión y explotación (Mateo 11,28). El pueblo vivía a la
espera de algo nuevo, algo como la llegada del Reino. Fue en este contexto bien
preciso que Jesús recibió y asumió su misión de Profeta. Él sentía dolor de su
Pueblo (Marcos 6,34; 8,2) y quiso congregarlo en torno al Reino de Dios (Lucas
13,34). Situándose dentro del proceso amplio del movimiento popular, lo ayudó a
dar un paso más, el paso que faltaba. Trajo la luz de Dios para aquel momento
crítico de la historia de su Pueblo. Atento a los signos de los tiempos (Mateo
16,1-3), descubrió el llamado de Dios y reveló la presencia del Reino (Mateo
4,17). Jesús dirigió su mensaje al Pueblo de su tiempo. Por eso su mensaje del
Reino es tan universal, válido para todos los tiempos, y especialmente para
hoy.
E. LA
PRÁCTICA DE JESÚS
Mensaje: Jesús
anunció y desveló la llegada del reino de dios. ‘díganle a Juan lo que están
viendo y oyendo’ (Mateo 11,4).
Juan
Bautista predicaba el Reino de Dios en el desierto y, en un primer momento,
Jesús se adhirió a su mensaje. De Juan. Cuando se iba a comprometer con él,
mediante el bautismo, Jesús escuchó la voz del Padre indicándole una misión
particular: ‘Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco’ (Marcos 1,10). Esta
misión era la del ‘Siervo de Yahvé’: ‘Te he llamado para cumplir mi justicia…
Tu eres mi servidor por ti me daré a conocer’ (Isaías 42,1-9; 49,3). Luego,
cuando Jesús supo que Juan Bautista estaba preso, volvió a Galilea (Mateo 4,12)
y asumió su misión. Comenzó a recorrer el país con este mensaje: ‘El plazo está
vencido, el Reino de Dios se ha acercado. Tomen otro camino y crean en la Buena
Nueva’ (Marcos 1,15).
En
aquel tiempo, todos los Judíos esperaban el Reino de Dios, pero cada uno a su
modo.
-
Para los
fariseos, el Reino llegaría solamente cuando la observancia de la Ley fuese
perfecta.
-
Para los
esenios, cuando el país fuese purificado.
Todos
esperaban la llegada de un Mesías glorioso, y para todos la llegada del Reino
dependía del esfuerzo que ellos mismos tendrían que hacer: la observancia de la
Ley, la purificación de la tierra, o la lucha.
Jesús
decía lo contrario: Independientemente del esfuerzo hecho, ¡el Reino ya estaba
llegando! ‘El Reino de Dios ya está en medio de ustedes’ (Lucas 17,21).Su
llegada era pura gratuidad, don de Dios. El esfuerzo a realizar consistía en
aceptar este Reino y comprometerse con él: ‘Cambien su vida y crean en esta
Buena Noticia’ (Marcos 1,15).
¿Qué
análisis hacía Jesús de la realidad para llegar a esta conclusión? ¿Dónde
estaba ese Reino? Los fariseos querían que les mostrara una señal. Pero Jesús
no dio señal ni prueba (Mateo 12,38-40). Tan solo pedía: ‘Cambien su vida y
crean en esta Buena Noticia (Marcos 1,15). Jesús leía los hechos con ojos
diferentes (Mateo 16,2-3; Juan 4,35). Y la persona que cambiase su vida por
causa de él y de su práctica, también cambiaría su modo de ver y se volvería
capaz de percibir la llegada del Reino (Mateo 11,25; 13,11).
El
mismo Juan Bautista tuvo necesidad de cambiar su mirada (Mateo 11,2-3). Jesús
lo ayudó. Con frases extraídas del mismo Isaías le mandó el siguiente recado:
‘Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y escuchando: los ciegos ven, los
cojos caminan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos
resucitan y los pobres son evangelizados’ (Mateo 11,4-5; Isaías 26,19;
29,18-19; 35,5-6). Los hechos mostraban que Jesús era el ‘Siervo de Yahvé’,
anunciado por Isaías (Lucas 4,18-19; Isaías 61,1). Juan debía comprender que el
Reino estaba llegando no a través de un juicio de fuego, sino por medio del
servicio que Jesús prestaba al pueblo (Lucas 11,20; Mateo 20,28). Vamos a ver
algunos aspectos de esta práctica de Jesús, en que el Reino se hacía presente y
que era motivo de escándalo para muchos (Mateo 11,6). ¡Hasta hoy! He aquí unas
señales de la presencia del Reino mediante la práctica propia de Jesús.
1. Jesús
convivió con los marginados y los acogió
Jesús ofreció un lugar a los que no tienen
lugar en la convivencia humana de su país. Recibió a los que no eran recibidos:
-
Los
inmorales como prostitutas y pecadores (Mateo 21,31-32; Lucas 7,37-50; Juan 8,2-11);
-
Los herejes
como paganos y samaritanos (Lucas 7,2-10; 17,16; Mc 7,24-30; Juan 4,7-42);
-
Los impuros
como leprosos y poseídos (Mateo 8,2-4; Lucas 17,12-14; 11,14-22; Mc
1,25-26.41-44);
-
Los
marginados como mujeres, niños, enfermos de todo tipo (Mc 1,32-34; Mateo 8,17;
19,13-15; Lucas 8,1-3);
-
Los
colaboradores del imperio como publicanos y soldados (Lucas 18,9-14; 19,1-10);
-
Los pobres,
o sea, la gente del pueblo y quienes no tenían poder (Mateo 5,3; Lucas 6,20.24;
Mateo 11,25-26).
¡Jesús anunciaba el Reino para todos! No
excluía a nadie, pero, su particularidad era de anunciarlo a partir de los
excluidos. La opción de Jesús es clara, el llamado también: no era posible ser
amigo de él y continuar apoyando el sistema que marginaba a tanta gente. A quien
quería seguirlo le mandaba elegir: ‘O Dios o el dinero’. No se podía servir a
los dos (Mateo 6,24). ‘Ve, vende cuanto tienes dalo a los pobres. Después, ven
y sígueme’, dijo al joven rico (Mateo 19,21).
2. Jesús
recibió a la mujer y no la discriminó
La mujer vivía marginada por el simple
hecho de ser mujer (Levítico 15,19-27; 12,1-5). ¡No podía haber injusticia
mayor! Jesús tomó posición: las recibió y no las discriminó como lo hacía la
sociedad de su época.
-
Curó a la
suegra de Pedro (Mc 1,29-31);
-
Una extranjera
de Tiro y Sidón consiguió hacerlo cambiar de idea y fue atendida por él (Mc
7,24-38);
-
Resucitado,
se apareció a María Magdalena, enviándola como mensajera de la Buena Nueva de
la Resurrección (Juan 20,16-18).
Jesús retomaba el proyecto inicial del
Padre en que la mujer y el varón, con sus diferencias, son iguales en dignidad
y valor (Mateo 19,4-5). Al discípulo que pretendía seguirlo, no le permitió que
mantuviera el dominio del varón sobre la mujer (Mateo 19,10-12).
3. Jesús
combatió las divisiones injustas
Había divisiones, legitimadas por la religión oficial,
que marginaban mucha gente. Jesús, con palabras y hechos bien concretos,
denunció o ignoró estas divisiones.
-
Prójimo y no
prójimo. Hay que obrar como el samaritano: prójimo es todo aquel a quien uno se
aproxima (Lucas 10,29-37).
-
Judío y
extranjero: Jesús atendió el pedido del centurión (Lucas 7,6-10) y de la
cananea (Mateo 15,21-28).
-
Santo y
pecador: acogió a Zaqueo y rebatió las críticas de los fariseos (Marcos
2,15-17).
-
Puro e
impuro: Jesús cuestionó, criticó y hasta ridiculizó la ley de la pureza legal
(Mateo 23,23-24; Marcos 7,13-23).
-
Obras santas
y profanas: limosna (Mateo 6,1-4), oración (Mateo 6,5-8) y ayuno (Mateo
6,16-18) fueron redimensionados.
-
Tiempo
sagrado y profano: Jesús colocó el sábado al servicio del ser humano (Mc 2,27;
Juan 7,23).
-
Lugar
sagrado y profano: Jesús relativizó el Templo; Dios podía ser adorado en
cualquier lugar (Juan 4,21-24; 2,19; Marcos 13,2; Juan 2,19).
-
Rico y
pobre: denunció el escándalo del abismo que separaba al rico del pobre (Lucas
16,19-31).
Denunciando las divisiones injustas, Jesús
invitaba la gente a definirse frente a los nuevos valores del amor y de la
justicia. Algunos lo aceptaron, otros lo rechazaron. Él era señal de
contradicción (Lucas 2,34): creaba nuevas divisiones (Mateo 10,34-36). A
quienes querían seguirlo, les advertía que se prepararan, que iban a sufrir la
misma contradicción (Mateo 10,25).
4. Jesús
combatió los males que arruinan la vida
A través de su acción y su predicación, Jesús combatió
el hambre (Mc 6,35-44), la enfermedad (Marcos 1,32-34), la tristeza (Lucas
7,13), la ignorancia (Marcos 1,22; 6,2), el abandono (Mateo 9,36), la soledad
(Mateo 11,28; Mc 1,40-41), la letra que mata (Marcos 2,23-28; 3,4), la
discriminación (Marcos 9,38-40; Juan 4,9-10), las leyes opresoras (Mateo
23,13-15; Mc 7,8-13), la injusticia (Mateo 5,20; Lucas 22,25-26), el miedo
(Marcos 6,50; Mateo 28,10), los males de la naturaleza (Mateo 8,26), el
sufrimiento (Mateo 8,17), el pecado (Marcos 2,5), la muerte (Mc 5,41-42; Lucas
7,11-17), el demonio (Marcos 1,25.34; Lucas 4,13).
Jesús vino ‘para que todos tengan vida, y
vida en abundancia’ (Juan 10,10). Luchó por recuperar la bendición de la vida
(Génesis 1,27; 12,3), perdida por causa del pecado (Génesis 3,15-19). A quien
quería seguirlo, le daba el poder de curar las enfermedades y de expulsar los
malos espíritus (Marcos 3,15; 6,7). El discípulo debía asumir el mismo combate
por la vida.
5. Jesús
desenmascaró la falsedad de los poderosos
Entre los males combatidos por Jesús, están los falsos
liderazgos. No tenía miedo de denunciar la hipocresía de los líderes religiosos
de la época: sacerdotes, escribas y fariseos (Mateo 23,1-36; Lucas 11,37-52;
12,1; Marcos 11,15-18). Condenó la pretensión de los ricos y no creía mucho en
su conversión (Lucas 16,31; 6,24; 12,13-21; Mateo 6,24; Marcos 10,25). Ante las
amenazas de los representantes del poder político, tanto de los judíos como de
los romanos, Jesús no se intimidó y mantuvo una actitud de gran libertad (Lucas
13,32; 23,9; Juan 19,11; 18,23).
Jesús percibió la mentalidad opresora de
los líderes civiles (Lucas 22,25) y religiosos (Mateo 23,2-4). A quienes
querían seguirle, les advierte: ‘¡Entre ustedes no sean así!’, como con las
autoridades de aquel entonces (Lucas 22,26). Y pedía que recen al Padre para
que mande obreros para su misión, es decir, que ayudaran al pueblo a tener
buenos líderes (Mateo 9,38)
Con esta predicación en favor de la vida y
contra todo lo que la destruye, la corrompe y la arruina, Jesús se presentaba
al pueblo, andaba por Galilea y anunciaba la Buena Noticia del Reino. Más, en
estos gestos de solidaridad él se revelaba como ‘Emmanuel’, o sea, Dios con
nosotros (Mateo 1,23), y se convirtió, él mismo, en Buena Noticia para el
Pueblo. Por eso atraía a los pobres y marginados. Fue todo un movimiento
popular que se formó alrededor de su persona y mensaje (Marcos 1,33.45). Mucha
gente seguía a Jesús y Jesús revelaba que ahí estaba el Reino de Dios. El Reino
de Dios no es de otro mundo, sino de este mundo organizado desde los pobres en
la justicia y el amor.
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